❥. CAPÍTULO XVI

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—Seungmin, pasa.

Abrió la puerta completamente para que su amigo y excuñado pasara a su casa, donde ya de hecho ya lo estaba esperando. Jeongin se había despertado con la noticia de que él quería hablar y de inmediato accedió, porque en realidad se llevaban muy bien.

Seungmin lo aceptó como pareja de Hyunjin desde el primer día que lo conoció y de inmediato se sintió muy querido, entre él, Yeji y Beomgyu las cosas se le hicieron más fáciles, en el caso Félix fue como un odio automático desde la primera vez que escuchó su nombre sin haberse siquiera conocido, claro que con el paso del tiempo fue dándose cuenta del porqué.

Se alegraba recibir su visita, incluso más después de haberse separado de Hyunjin y saber que entre ellos no había ningún tipo de lazo, era como una confirmación a que seguirían siendo amigos después de todo.

—¿Qué te trae por aquí? —le preguntó, invitándolo a sentarse.

—Estoy pasando por un momento un poco complicado y difícil.

Frunció el ceño, callando por unos segundos mientras lo inspeccionaba.

—¿Qué te ocurre, Seungmin? —preguntó interesado, viéndolo suspirar por breves segundos en los que pudo intuir que algo no andaba bien.

—Voy a tener un hijo, Jeongin —soltó, impresionándolo automáticamente.

—¿Qué? —preguntó en un susurro, no pudiendo evitar soltar una carcajada. —Eso es fantástico, Seungmin.

—No, sabes que no es fantástico cuando tienes una madre como Hwang MinAh.

—Pero ¿Cuál es el problema? ¿Casarse? Seungmin, tienes veintitrés años, puedes hacerlo incluso antes de te crezca el vientre —sugirió. —Por cierto, no sabía que tenías novio.

—Ese es el problema —se aclaró la garganta. —Él no es igual que nosotros, de este mundo.

—Oh —comentó. —Es de baja condición económica.

—Así es —susurró, acomodándose en el sofá, tomando sus manos junto con las suyas luego. —Por eso necesito que me ayudes.

—Pero ¿Ayudarte en qué? —preguntó confundido.

—En que lo ayudes, con modales, a saber, vestirse, o por lo menos a que cuando la presente ante su familia ellos crean que él es...

—Claro que no —lo interrumpió, negando rotundamente con la cabeza. —No vas a engañar a tu familia diciendo que él tiene millones y tampoco lo vas a hacer sentir al menos a él para que sea aceptada por otros.

—No, a ver no me malinterpretes —volvió a moverse en el asiento y soltó un suspiro. Era de esperarse, con semejante propuesta hasta él se debía sentir terrible. —Amo a Changbin, hemos estado juntos por 2 años y lo único que quiero es no perderlo.

—Te voy a ayudar —dijo de inmediato, levantándose del sofá y viendo como él repetía su acto. —Él se presentará en tu casa vistiendo como un rey, pero ni te atrevas a inventar con respecto a su vida, Seungmin —pidió amenazante, y él rió.

—Lo prometo.

Desvió su mirada hacia el pasillo al escuchar el sonido de unos tacones dirigirse al salón y se encontró con Daphne caminando hacia el menor y Chan detrás.

—Joven Jeongin, lo busca su amigo —anunció antes de retirarse, mientras él asentía.

—Buenos días —saludó Chan al acercarse, besando la mejilla de Seungmin. —¿Cómo estás, Seungmin?

—Bien —él contestó, mirándola por breves segundos hasta que su mirada volvió a mí. —¿Estamos en contacto entonces?

—Sí —contestó, dándole un beso de despedida antes de velo marcharse.

—Se veía extraño, ¿Qué le pasaba? —indagó, sentándose en el sofá mientras se sacaba el bolso.

Yo suspiró, sentándose a su lado.

—Está pasando por una bonita crisis —bromeó. —Pero bueno, tú cuéntame, creí que iba en serio lo de trabajar.

—Vine para saber cómo fue tu salida con Jongsuk y antes que digas algo, Jisung me contó.

—¡Sí! —dijo emocionado. —Fue hermoso Channie, ese hombre es espectacular.

—Se nota que lo es, estas peor con él, que con el mismo Hwang.

—No dañes el momento —le reclamó, rodando sus ojos con fastidio. —Es increíble la manera en cómo él me hacía hace olvidar todas mis penas y mis fracasos con los hombres.

—Estoy deseando que tu exesposo regrese de donde sea que está para que vea lo bien y feliz que te ves últimamente.

—Es hora de admitir que no le hará ni cosquillas, Channie, él mismo me mandó prácticamente a buscar otro hombre en su vida —recordó, viajando más o menos una semana atrás la última vez que Lo vio antes de que se fuera de viaje.

—Innie, mi querido Innie —agarró una de sus manos, chocándola con la suya y añadió: —Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Negó suavemente con la cabeza alejando cualquier pensamiento que pudiera rondar por allí después de lo que había dicho, pues no creía en una posibilidad de que Hyunjin por alguna razón sintiera que lo perdió al verse con otro hombre.

—Por cierto —habló, llamando su atención. —Anoche que fui al restaurante con Jongsuk me encontré a Félix y su novia.

—¿Y eso qué? —dijo a la defensiva, volteándose la cara. —No veo en qué nos puede interesar eso.

—Si me dijeras la verdad tal vez sí nos podría interesar —admitió, aun sin dejar de mirarlo, a pesar de que él no lo hacía.

—¿Cuál verdad, Jeongin? No hay ninguna verdad —respondió con fastidio. —Oh bueno sí, hay una, lo cierto es que conocí a alguien.

—¿En serio? —preguntó emocionado, esta vez sí recibiendo su atención.

—Sí, es una mujer maravillosa también.

—Ah, una mujer—susurró, arqueando sus cejas.

—¡Jeongin! —exclamó. —Te estoy hablando en serio, deja de pensar cosas que no son.

—Está bien —ladeó su cabeza. —Dime ¿Cómo se llama?

—Mariela.

—¿Mariela? —preguntó confundido, a pesar de que él asintió, y no podía negar que se veía bastante seguro de sí mismo, pero le era imposible creerle del todo. —Bueno, eso me alegra, así tal vez uno de estos días Jongsuk y yo podemos tener una cita doble contigo y Mariela.

—Claro —respondió sonriente, echando su cuerpo completamente al espaldar del sofá y cruzando las piernas. —Cuando quieras.

Su teléfono sonó a un lado suyo y eso le impidió el poder seguir hablando con su amigo rubio, pero al desviar su vista y ver de quién se trataba la llamada, sonrió.

—Es Jongsuk —susurró, ahora con el celular en sus manos.

—Contesta, ¿Qué estas esperando?

Una tonta sonrisa se encontraba dibujada en su rostro, y decía tonto porque así lo sentía, y sus actos lo confirmaban, pues ahí estaba la llamada entrando y yo no hacía nada por contestar, solo sonreía con solo el hecho de saber que quien llamaba era él.

—¡Jeongin, contesta!

Se espantó al escuchar el grito de Chan y volvió en sí, deslizando el dedo sobre la pantalla y llevándose el celular al oído, aun con esa sonrisa risueña en su rostro.

—Jongsuk.

I wanna love you ❃ HyunInWhere stories live. Discover now