❥. CAPÍTULO XXVI

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Despertó con un leve dolor de cabeza que lo llevó directamente a mojarse todo el cuerpo debajo del grifo. Junto a Chan y Jongsuk salieron a celebrar la navidad la noche anterior, pues finalmente, el año estaba acabando, otro nuevo entraría donde las cosas serían completamente distintas: con Chan sabía que todo iba a cambiar porque se iba a dedicar más a su amiga, Félix se casaba el dos de enero y Jeongin aún no lograba que se hablaran, algo que veía imposible a estas alturas.

Changbin y Seungmin tendrían a su bebé, el que sería el nuevo miembro de la familia Hwang y el mismo que les daría alegría en momentos de tristeza.

Jeongin, estaba a fines de año luchando entre dos hombres; era muy fácil para él vivir feliz con Jongsuk y olvidarse de Hyunjin y todo lo que fue su vida junto a él, pero después de su confesión su mente no tuvo paz, nunca pensó en el hecho de que por alguna razón se convirtiera en ese esposo posesivo en un matrimonio recién creado, se convirtió en eso sin siquiera darse cuenta.

Ahora ahí estaba, con Jongsuk a su lado, Hyunjin y él no eran esposos como siempre había soñado y no estaban viajando por el mundo a principios de año nuevo como habían acordado en su luna de miel, ahora él haría eso solo o con alguien a su lado y Jeongin con Jongsuk.

Salió de su habitación ya vestido y con su billetera en las manos, eran alrededor de las nueve de la mañana y tenía que ir a trabajar, realmente ya era un poco tarde para eso, pero: Fiesta + novio + jefe = Empleo libre.

En verdad lo hacía porque el mismo Jongsuk se lo había concedido, incluso lo ayudaba a trabajar desde casa o hasta se reunían en su apartamento cuando estaba en la ciudad y desde allí trabajaban cuantas horas quisieran, sin tener que valernos por un régimen diario establecido por la ley.

Al llegar al salón, pudo ver a Mary caminar hasta la entrada y abrir la puerta que estaba siendo constantemente golpeada.

—¿¡Dónde está!?

Frunció el ceño al ver a Jennie enloquecida, endemoniada, poseída y todas las palabras de terror que se le venían a la cabeza, que al verlo se acercó, botando prácticamente chispa.

—¿Jennie? ¿Qué haces aquí?

Ellos nunca habían cruzado muchas palabras, y la tensión siempre había sido Hyunjin de por medio, pero si lo buscaba, lo encontraba.

—Ya te sientes feliz, ¿no? —dijo con una sonrisa, pero más de rabia que de alegría.

—Si me dijeras por qué tengo que sentirme feliz, te digo si estoy feliz o no.

Una cachetada resonó por la sala.

—Deja de hacerte el cínico, Jeongin —levantó la voz. — ¿Piensas que ahora que está libre sí podrás estar con Hyunjin?

El menor dejó que la chica hablara y una vez que lo hizo, le devolvió el golpe.

—Tú no vienes a mi casa, me pegas me acusas sin razón. —le dijo alejándose de ella— Ni siquiera sabía que ustedes terminaron.

—No, nosotros nunca terminamos, es solo un tiempo y pronto volveremos a estar juntos, pero tú tienes que largarte para que podamos ser felices.

Jeongin soltó una carcajada.

—¿Y cómo porqué tengo que hacerte caso?

Sin decir nada, suspiró, echando su cabello hacia atrás y mirando al techo.

—Escucha —susurró, trayendo su mirada hacia el contrario. — Yo sé que fuiste pareja de Hyunjin, que incluso te casaste con él, pero tú y yo sabemos que entre nosotros dos nunca hubo final...

I wanna love you ❃ HyunInWhere stories live. Discover now