Capítulo I

135 10 0
                                    

.
.
.
.
.

═══════ ༻ ❀ ༺ ═══════
P.o.v Kanjii

Ni siquiera entre el tumulto de gente que se arremolinaba para ver la pelea entre dos hombres ebrios, pudo pasar por desapercibido los ojos dorados que la seguían por la habitación.

Fingió no darse cuenta, simplemente se levantó de su asiento y se dirigió a la salida pausadamente. De reojo observo como el hombre de ojos dorados se levantaba de su silla, ella siguió su curso, hasta donde estaba atada Maya, su yegua avestruz, la cual hace tan solo unos días había encontrado vagando sola en el bosque. Quien sabe que sucedería con su anterior dueño, pero a juzgar por su poca sorpresa al verla hacer tierra control y las cuerdas semi- quemadas, intuía lo que había escuchado que hacían los soldados fuego con los maestros tierra, probablemente esa pobre persona había sido despojado de su libertad y como última voluntad, dejó ir a la yegua antes de que pudieran hacerle daño.

La guerra no era un tema que hablaran demasiado de donde ella venia y la verdad no quería saber nada, le entraban mucha rabia saber lo que esos hacedores de ceniza estaban haciendo al Reino Tierra.

Una vez que encontrara a su familia juraba ayudar en lo mejor posible a derrotar a la nación del fuego.

Por ahora, solo podía intentar encontrar un lugar para dormir y tal vez mañana...

Sintio unos pasos moverse hasta donde ella estaba, disimuladamente saco sus abanicos, Maya se removia nerviosa al notar a otra persona que no era ella.

La sombra se detuvo frente a ella, quien seguía de espaldas, aún acariciando a la yegua y justo cuando alzó la mano para tocar su hombro, se encontró con su muñeca siendo sujetada con fuerza por ella, lo pateó con poca delicadeza y el se tambaleó hacia atrás cayendo encima de un montón de paja que había puesto para que Maya comiera mientras ella descansaba.

-¿Quien eres y por que estas siguiéndome?- espeto ella acercándose amenazadoramente.

El hombre alzo la vista, revelando que se trataba un joven de quizá unos veinte años, alto, cabello oscuro y de pómulos afilados, pero lo que más interesante era sus ojos color oro, nunca antes había visto a alguien con un tono de ojos así.

-Lo lamento- dijo con un tono barítono- No fue mi intención asustarte, sólo me había llamado la atención tu vestimenta, nunca antes había visto a una Guerrera Kyoshi en persona. Creia solo eran una Leyenda.

-Eso es por que el Avatar Kyoshi nos separo del mundo hace mucho tiempo- contesto ayudándolo a levantarse- pero, pudiste haberte acercado directamente en lugar de seguirme de una manera sospechosa.

-Bueno en ese caso permíteme disculparme por mi comportamiento- dijo suavemente acercándose para tomar sus manos, por alguna razón el tacto de sus manos con las suyas la hizo estremecerse por el calor que emanaban.

-Esta bien, también yo estoy un poco exaltada, es la primera vez que ando por estos lugares, pero... en fin, debo continuar antes que se ponga más oscuro...- tomo la Correa de maya para proseguir cuando él se puso frente de ella con el ceño fruncido.

-¿Vas a viajar? No es recomendado viajar de noche por el bosque, han estado asaltando a los viajeros últimamente, ¿por que no mejor esperas a que sea de día? - abrió la boca para protestar pero el se le adelanto- si gustas, mi cabaña está cerca y podría proporcionarte un lugar donde descansar.

-No, estoy bien en serio- le dijo- Se cuidarme sola...

-Lo se, pero considero que deberías descansar un poco - seguramente ya había visto las largas ojeras que tenía, noches sin dormir cómodamente o sencillamente sin hacerlo-Puedes confiar en mi, te prometo que no te haré daño. He hospedado a algunos viajeros que también han ido al norte.

༺❁❇ 𝓣𝓱𝓮 𝓦𝓪𝓻𝓻𝓲𝓸𝓻 𝓪𝓷𝓭 𝓣𝓱𝓮 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮❇❁༻Where stories live. Discover now