، 🦋 : Dos meses y era suyo.

Start from the beginning
                                    

—Perdóname, Jungkook —musitó entre lágrimas—. Fui un niño estúpido, yo no sabía que...

Jeon lo cortó siseando a la par que acariciaba su cabello.

—Está bien, Jimin. Éramos niños idiotas, los dos la cagamos en su tiempo, pero ahora que volvimos a coincidir, también estamos aclarando todo. Supongo que el anillo de promesa no hubiera hecho un cambio en todo.

Jimin sorbió su nariz separándose.

—No, pero no te hubiera odiado tanto. Igual al momento de volverte a ver, seguro te trataba mejor a como lo hice.

Jungkook negó con media sonrisa. Jimin podía ser lo más tierno y sensible posible.

—Me lo merecía, acepto la culpa. Prefiero que tú me perdones a mí.

El menor asintió, colocando ambas manos en las mejillas de Jeon. Sonrió con nostalgia, al notar que sus ojos contenían lágrimas.

—Te perdono, Kook.

Jungkook se sintió aliviado, sin el peso de culpa encima suyo. Sin las dudas constantes ni nada por el estilo. Todo estaba bien con Jimin, habían hablado. Todo quedó claro y lo tenía entre sus brazos, con su cabeza en su cuello, buscando consuelo, o tal vez ese cariño que se perdió por tantos años. No le importaba, ahora estaban juntos, perfectos, sin problemas de por medio.

—¿Me crees que te amé tanto antes? —Jimin asintió—. ¿Y me crees si te digo que te sigo amando?

Park mordió sus labios, volvió a alejarse hasta verlo a la cara. Sus labios entreabiertos y su pecho subiendo y bajando.

Sonrió, y dejó un beso encima de sus labios. ¿Por qué lo hizo? No sabe, sólo fue respuesta de su cuerpo, la necesidad de hacerlo.

—Te creo —murmuró cerca suyo.

Sin embargo, no podía fingir que no había pasado nada. ¿Amaba a Jungkook? Por supuesto. ¿Lo perdonó? Igual.

Pero, por más que quisiera besarlo, abrazarlo y hacer todo lo que se contenía, debía pensar en él, o mejor dicho en ambos.

Podían ir de poco a poco, primero como amigos, hasta que se dieran las cosas de nuevo. Un nuevo comienzo sonaba bastante bien cuando todavía necesitaban sanar en su interior.

—¿Podemos volver a ser amigos? —preguntó con voz inocente y baja.

—¿Amigos?

Jimin asintió.

—Volvamos a empezar.

Jungkook sonrió y lo tomó de la nuca.

—¿Me permitirás volver a tener la oportunidad de enamorarte hasta hacerte mi novio?

Jimin soltó una risa baja. Jungkook rió de igual forma.

—La tendrás.

El mayor estaba por decir más, pero el sonido de la puerta principal llamó su atención, haciéndolos voltear a la puerta de la habitación. Jimin frunció su ceño y secó sus lágrimas, Jungkook no tardó en ponerse de pie.

Escuchaban risitas en el piso de abajo, unas que cada uno conocía a la perfección. Jimin arrastró su mano por toda su cara, imaginándose lo que habría abajo. Jungkook empezó a negar ahuecando sus mejillas.

—¿Vienes? —preguntó el castaño mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

—Encantado —dijo enojado.

Bajaron las escaleras, encontrándose en la sala con Jongsuk y Jarin, tirados en el piso de la sala del mayor. Ambos riendo y hablando de forma incoherente arrastrando las palabras.

Los tacones de Jarin tirados a su lado, y Jongsuk con una gran mancha en su camisa.

Ambos mayores se pararon frente a ellos, con sus manos sobre su cintura en forma de jarras. El primero en alzar la voz fue Jimin.

—¡Jarin, párate en este instante, señorita!

La menor tambaleó al ponerse de pie con una gran rapidez al sorprenderse por la voz de su padre. Achicó sus ojos y frunció su ceño. Se acercó con pasos torcidos y lentos hasta sostenerse de los hombros del rizado.

—¿T-Tú qué haces aquí? —sus palabras se arrastraban y emanaba un gran olor a alcohol. Jimin tuvo que sostenerla de la cintura para que no cayera, pues su equilibrio era pésimo.

—Tú no haces preguntas, yo las hago. ¿Qué haces así?

Jarin soltó una risotada, la cual fue acompañada por la de Jongsuk quien estaba sentado en el sofá, gracias a la ayuda de Jungkook.

—Es una historia graciosa, papá —hipó y cerró sus ojos—. Resulta que fui al club, ¿si supiste? —rió—. Debes de saber porque te avisé y Jongsuk pasó por mí y salí vestida así y me llevé el dinero y todo —Jimin negó—. Y bebimos mucho porque jugamos quien tenía más aguante —alzó sus manos—. Yo gané —se señaló a sí misma con orgullo—. Y Jongsuk perdió porque es el que menos tomó —lo señaló.

Jongsuk hizo un puchero y se cruzó de brazos. Jarin soltó una carcajada mientras se soltaba de su padre para sentarse al lado de su novio.

—¿Cuánto tomaron? —preguntó Jungkook.

Jongsuk mostró sus dos dedos de la mano, queriendo abrir sus ojos.

—¿Dos? —preguntó Jimin con sorpresa.

Jongsuk negó y rió.

—No, yo saludaba a papá —Jarin rió cayendo sobre el pecho de su novio.

Ambos mayores conectaron miradas. Sabían que no llegarían a nada con sus hijos así.

—Lo siento, Jarin no es así —susurró al tomarla de los brazos para ponerla de pie.

Jungkook hizo un gesto con sus manos, restándole importancia.

—Disculpa a Jongsuk igual, no suele salir a tomar tanto.

—¡Por eso pierdes! —soltó Jarin en voz alta riéndose de Jongsuk.

—¡Papá, dile que no se burle de mí! —chilló golpeando con sus pies sobre el piso.

Jimin fingió llorar y cerrar los ojos. Justo cuando estaban arreglando lo suyo, sus hijos llegaban así.

—¡Papá, dile a su papá que no me estoy burlando de él y sólo digo la verdad!

Jimin negó y Jungkook sonrió. Era divertido en cierta parte.

El rizado no tardó en tomar a su hija de la cintura, haciéndola soltar un gritito cuando la subió sobre su hombro para sacarla de casa de Jeon.

—Jarin y yo nos tenemos que ir. Gracias por todo —se apresuró a hablar.

—Vayan con cuidado.

—¡Mira Jongsuk, estoy volando! —la menor estiró sus brazos.

Su novio miró a donde ella, abriendo su boca en una perfecta "O"

Jungkook rió, pero en tanto la puerta se cerró, le dio un golpe a su hijo sobre la nuca.

—¿En qué cabeza cabe retarse a algo así, Jongsuk?

—En la mía —rió antes de caer sobre el sofá.

not you again, please › kookminWhere stories live. Discover now