Capítulo 21

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EVAN 

No había dormido bien por la noche anterior.

Jenna no me había llamado. Lo que cual me parecía raro. Había enviado un mensaje para ella si había llegado bien, sin embargo tampoco obtuve respuesta. Supuse que, tal vez, no tuvo el tiempo para poder avisar que había llegado y se había echado a dormir pero... seguía pareciéndome raro. No quería llamarla repentinamente, ya que no iba a molestarla. Decidí esperar hasta hoy. 

Me encontraba en la cafetería, llevando algunos pedidos de aquí para allá. Reconocía a las mayoría de las personas, y también notaba cuándo era la primera vez que iban allí. De alguna forma u otra lo notabas. Jenna fue una de ellas. La manera en la que me habló y se dirigió a mí no había sido normal y sentí curiosidad, aunque al comienzo lo había ignorado. 

Después de casi una semana de haberse ido, decidí no contactarme con ella. En realidad, quería saber si ella podía contactarse primero conmigo. Jenna solía mirarme con mucho miedo. No creo que lo haga con una mala intención, sin embargo, quería que ese sentimiento se le fuera de una vez por todas. Pasó en el día del abrazo. Supe, desde entrada, lo que ella quería hacer porque... también la conocía. Seguramente estaba pensando en eso. Ella pensaba demasiado a veces. Estaría pensando que si lo hace, entonces yo la quitaría pero si no lo hiciera se arrepentiría. Amagó varias veces hasta que, en otras palabras, le pedí que me abrazara. 

Nos lo debíamos.

—¿En qué estás pensando? —Zoe interrumpió mis pensamientos. Giré a mirarla mientras limpiaba una máquina—. Ya quisiera estar en tu cabeza.

—No sabes lo que dices —le dije—. ¿Has tomado el pedido de la mesa ocho? —pregunté para ella y asintió.

Zoe era la persona más atenta que podía haber conocido. Especialmente conmigo. No sólo era mi mejor amiga si no una fiel compañera. Me lo ha mencionado varias veces: "Yo pondría mis manos en el fuego por ti, aunque supiese que voy a quemarme". No estaba tan seguro, yo no lo haría por mí. La había conocido en la Universidad, sin embargo, los dos habíamos abandonado y ella decidió trabajar conmigo por unos que otros problemas económicos que había tenido. Accedí con gusto porque no me molestaba para nada tenerla cerca. Aunque hace dos años atrás, los dos habíamos intentando tener una relación. Estaba seguro que Zoe seguía sintiendo algo por mí y en ese momento decidimos intentarlo, o mejor dicho, decidí intentarlo. Darme una oportunidad con alguien. Sin embargo, quería y quiero mucho a Zoe como para arruinarlo todo. Lo intentamos unos par de meses pero preferí no seguir más. Ella no era cualquier persona. Era mi mejor amiga y no podía, en algún momento, arruinarlo y perder nuestra amistad. 

Y me hacía sentir incómodo pensar que ella sentía y siente cosas muchísimo más fuerte que yo. No estaba a la par de ella. No tenía ganas de lastimarla.

—¿Qué pasó con Jenna? —me preguntó ella, a la vez que no me miraba. Aquél día que despedí a Jenna, Zoe me había llenado de preguntas. Le conté aunque sabía que no estaría muy feliz qué digamos. Muchas veces indirectamente me ha mencionado que prefería que Jenna esté haciendo su vida, ya que, no había sido tan buena idea que haya estado en la mía, haberse ido como si nada cuando fue tan importante. Le había explicado muchas veces que la dejé ir porque era lo mejor. Evitaba hablar de Jenna con Zoe.

Recordé lo que Jenna me había dicho la noche anterior. Supuse que Zoe reaccionaría de esa manera, sin embargo, no me agradaba que sea así. Debía habérmelo dicho.

A Través De Mis SueñosWhere stories live. Discover now