El sol de QishanWen☀️

Capítulo 51: Brillar como el sol y la luna

Wei Ying no pudo contener la risa ante la adorable insistencia de su esposo. Conmovido por su ternura infantil, levanto y sus manos para tomar las de su esposo con cariño.

—Siéntate a mi lado y compartamos este tiempo. El día esta hermoso, quédate conmigo un momento.

Los ojos de Wen Ruohan se iluminaron con alegría ante la propuesta de Wei Ying, y envolvió a su amado en un abrazo afectuoso. En los últimos meses Wen Ruohan no podía pasar mucho tiempo lejos de Wei Ying, era muy normal para toda la secta ver a Wei Ying siendo perseguido por el Líder Wen. En sus corazones se sentían bastante conmovidos ante la enorme muestra de cariño del Líder y su esposa embarazada.

Wei Ying y Wen Ruohan se encontraban apartados del bullicio de la preparación para la Conferencia de Cultivo. Mientras el sol se despedía en el horizonte, arrojando destellos dorados a través de las ventanas, ambos compartían un momento de tranquilidad antes del comienzo del evento. Wei Ying se encontraba recostado en el amplio pecho de su esposo, mientras este tenia sus manos acariciando suavemente su vientre. Su rostro estaba iluminado por una suave sonrisa mientras disfrutaba de las caricias, sin embargo, Wen Ruohan podía ver una pequeña sombra de preocupación en él.

—¿Qué sucede mi amor?— pregunto Wen Ruohan con voz suave —Puedo sentir tu preocupación.

Wei Ying asintió —Estoy nervioso por como reaccionaran, esta será la primera vez que las sectas se enteren de nuestra unión. No quiero problemas.

Wen Ruohan tomó su mano con ternura, entrelazando sus dedos con los de Wei Ying —No te preocupes por eso. Solo quiero saber quién se atreverá a decir una palabra de ello. Quien lo haga lo desollare vivo y con su piel hare una manta para Xiao Wu— dijo Wen Ruohan con un rastro de amenaza en su voz.

Wei Ying lo miro con ternura —Sabes que todos verán nuestra unión como una amenaza.

Wen Ruohan acarició su mejilla con delicadeza, sus ojos reflejando determinación —No me importa lo que piensen los demás. Si ellos se atreven a oponerse, los derrotare a todos.

Wei Ying asintió, sintiendo una oleada de protección de parte de su esposo. Sabía que no importaba lo que el mundo pudiera pensar de ellos; mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier adversidad. Con un suspiro de alivio, se recostó contra el pecho de Wen Ruohan, sintiendo el latido reconfortante de su corazón bajo su oído mientras contemplaban juntos el horizonte dorado, listos para enfrentar lo que el destino les deparara.

Mientras Wei Ying y Wen Ruohan disfrutaban de su tranquilo momento juntos, un joven discípulo irrumpió en la estancia, con una expresión de abatida en su rostro.

—Líder Wen, mi señora, disculpen la interrupción, pero tengo noticias urgentes que informarle Líder— dijo el discípulo, inclinándose respetuosamente ante Wen Ruohan.

El líder de la secta Wen asintió con seriedad —Adelante ¿Qué sucede?

El discípulo respiró hondo antes de continuar —Wen Zhuliu ha regresado a la secta mi Líder.

Wen Ruohan se sorprendió por la noticia, hasta que ese asombro se vio opacado por una sensación familiar que lo había acosado durante los últimos meses. Apretó los dientes para ocultar el malestar, pero no pudo evitar que su rostro palideciera ante la intensidad del mareo.

—Entiendo— murmuró, tratando de mantener la compostura mientras se ponía de pie —Prepárame para encontrarme con él.

Con un esfuerzo trataba de contener el malestar, se dirigió hacia Wei Ying y le ayudó a ponerse de pie, sintiendo cómo el mareo amenazaba con abrumarlo.

—Wei Ying, te acompañare a nuestros aposentos y te ruego que descanses un poco. Volveré pronto.

Antes de que Wen Ruohan pudiera avanzar un par de pasos, una nueva ola de náuseas lo abrumó, obligándolo a detenerse y apoyarse contra el tronco de un árbol con una mano temblorosa en el estómago. La sensación de mareo era abrumadora, haciendo que el mundo girara a su alrededor de manera vertiginosa.