Capítulo 34: Inocente

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Wen Xu no quedo satisfecho con esa pobre explicación del estado de su hermano. Incluso tenía que soportar que no se pudiera hacer nada por mejorar el estado de su hermano.

Fue peor cuando vio a su madre dar de su energía a su hermano. Aunque mejoro un poco la apariencia externa de Wen Chao, era claro que la perdida de energía había afectado a su madre. Incluso si lo negaba o fingía que no pasaba nada, Wen Xu noto que sus movimientos se hicieron más lentos y pastosos.

Estaba tan furioso por sentirte tan impotente.

Su padre estaba con un claro cansancio pintado en su rostro, incluso si poseía el núcleo dorado más fuerte que conocía, la preocupación de la situación estaba consumiéndolo.

Aun con todo esto, había algo que a Wen Xu no le quedaba claro.

¿Por qué no hay informes de que sucedió?

¿Quién estuvo en el incidente? ¿Hay testigos?

Cuando pregunto la única respuesta que recibió de su padre fue

—Wen Zhuliu

—Si lo sabes ¿Por qué no le preguntas que paso? ¿Y si él tiene algo que ver en esto? ¿Por qué no lo interrogas?

—No hay necesidad— respondió el Líder

—¿Cómo puedes decir eso? El culpable de esto puede ser el y no haces nada al respecto

—Hijo...

Las palabras del Líder para sorpresa fueron cortadas por Wen Xu —No debes creer que él se cayó del árbol ¿Cómo puede pasar eso? Incluso pensarlo es estúpido, Wen Chao a escalado desde muy pequeño y jamás paso algo ¡¿Por qué ahora?! ¡Wen Zhuliu podría saber algo y tú no estás haciendo nada!

En ese momento Wen Xu se dio cuenta que había gritado.

Sus ojos enfocaron a su A-Niang viéndolo sorprendido por su arrebato. Sus ojos bajaron y vieron que sostenía su vientre. En ese lugar donde su hermano estaba formándose apenas.

¡Jamás en su vida le había gritado a su padre!

¡Le había gritado a su padre, con su A-Niang presente! Incluso había asustado a su A-Niang.

Con el rostro caliente y su pecho lleno de culpa salió del lugar sin atreverse a ver a sus padres. Fue peor al salir, ya que vio a Wen Zhuliu. Incluso estaba de rodillas.

No se dio cuenta de las palabras que dijo, pero su mente volvió a calentarse cuando vio esa mirada de arrepentimiento en Wen Zhuliu.

El corazón de Wei Ying aun pesaba al escuchar el dolor en las palabras de Wen Xu. Su esposo le miro y con una débil sonrisa le extendió su mano para que la sostuviera. Su cuerpo se movió, para tomar la cálida mano, se sintió mucho mejor cuando los brazos de su esposo lo sostuvieron fuertemente.

No hubo palabras entre ellos.

Ambos esposos se consolaron entre sí.

Wen Ruohan tomo asiento cerca de la cama en la que descansaba Wen Chao.

Wei Ying entendió la invitación en su esposo, y se acomodó sobre sus piernas. Las energías en su cuerpo se habían agotado y al poco tiempo se quedó dormido, con su cabeza enterrada en el pecho de su esposo.

Wen Ruohan no pudo dormir. En todo el tiempo quedo atento a cualquier cosa que ocurriera con su hijo o con su esposa.

HuaiSang al entrar a la sala médica y ver la escena frente a sus ojos, decidió dejar a los lideres solos y se retiró del lugar.

Después de algunas horas la lluvia se había detenido finalmente, sin embargo, el cielo estaba pintado con oscuridad para ese entonces. Había tanto silencio que Wen Ruohan pensó que hasta los pequeños insectos no se atrevieron a hacer sonidos por la desgracia ocurrida.

El sol de QishanWen☀️Where stories live. Discover now