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La jornada escolar finalizó y todo el grupo de Chaeyoung se encontraba afuera esperando por la chica.

—¿Dónde mierda se metió? Pensé que había bajado con nosotras.

—¿Tal vez fue al baño?

—¡Chicas! —la supuesta perdida bajó las escaleras, tropezando en el último escalón, Dahyun carcajeó y ella se volvió a enderezar, sin tomarle importancia—. ¡Invité a Mina a tomar helado con nosotras! —se veía demasiado animosa saltando de lado a lado.

Las muchachas tenían una tradición de ir a la misma heladería algún lunes del mes. Decidieron que hoy sería buena idea pensando que acababan de iniciar las clases y así se daban un gustito por el mal rato de volver a aquel infierno, como Dahyun decía.

—¿Y dónde está? —preguntó Momo, observando alrededor.

La cara de Chaeyoung se descompuso unos segundos.

—¡Mierda, Mina! —Son volteó con rapidez, corriendo por las escaleras.

La emoción de tener a la chica cada vez más cerca hizo que se le olvidara que tenía que ir a buscarla. Chaeyoung le había dicho que la esperara en la cancha de la escuela y que así aprovecharía de mostrarle un poco el lugar antes de salir.

Mina se impresionó por lo rápido que Chaeyoung era para formar relaciones, pero no en el sentido negativo, no sentía que la coreana fuera intensa o algo por el estilo, y por eso, aunque socializar le agobiaba la mayoría de veces, le estaba comenzando a tomar gusto a esta nueva pelinegra que le trataba lindo, como si fueran amigas de toda la vida.

-¡Mina, lo lamento tanto!

La niña estaba sentada en uno de los escalones con la mirada ida, sus pies se balanceaban y parecía aburrida.

Se giró hacia ella con una pequeña sonrisa, Chaeyoung lucía tan preocupada que no pudo evitar pensar en que era muy tierna.

—¡Lo siento mucho, mucho, mucho! —se acercó a la más alta, tomando sus manos inconscientemente mientras seguía disculpándose con lástima—. Salí corriendo porque quería darles la noticia a las chicas de que-

Calló sus palabras, dándose cuenta que casi se delata. Mina, frente a sus ojos observó sus manos unidas con timidez.

Chaeyoung las separó de inmediato, riendo un poco.

—Ah... —suspiró enamorada—. En fin, ¿aún quieres ir, verdad? —cuestionó con puchero.

¡Igual a un tigrecito!

Mina ladeó la cabeza asintiendo.

¡Igual a un pingüinito!

Estaban conectadas sin siquiera darse cuenta.

—Sí, sí quiero.

***

—¡Idiota, eso es mío! —una enojada Dahyun le pegó un manotazo en el brazo a su novia, quien segundos atrás le había robado una cucharada de su helado.

Momo soltó un quejido, riendo.

—Para medir tan poco tienes fuerza, minion —Mina rio viendo a aquel interesante par.

Chaeyoung, a su lado, observó a la chiquilla con ojos brillantes. Reía bonito.

—¡¿Qué me dijiste?! —Kim volteó enojada, dispuesta a iniciar una discusión, mas Momo se le adelantó, agachándose un poco y robándole un piquito en los labios.

Dahyun calló a gusto y siguió comiendo de su pote como si nada.

Eran una pareja muy especial.

Mina quedó algo impresionada, no sabía que eran novias y la tomó por sorpresa.

poto + luna = mina || michaeng auWhere stories live. Discover now