⚔️​🩸​CAPÍTULO 6 - EL DUELO⚔️​🩸​

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Tatiana percibió una reacción fisiológica en su nuca

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Tatiana percibió una reacción fisiológica en su nuca. De normal, solía indicarle que uno de sus aprendices estaba en peligro, pero en aquella ocasión resultó ser más intenso. Donde fuera que estuviera Blair, necesitaba su ayuda. Por desgracia, ella estaba a una distancia prudente del reino de su padre y, peor todavía, la perseguía la flota real de Saxos III por hurto.

Había decidido convertir a su tripulación de manera temporal en vampiros. Su apariencia se vio modificada, sus gustos también, sus debilidades al sol y su inmortalidad incluidos, restando aquellos efectos causados por la plata o las decapitaciones. Hasta la Cerda del Queso tenía un aspecto aterrador con el machete sobre el hombro.

Todos menos Kirsty, que ansiaba con todas sus ganas formar parte de la vida eterna con su maestra y nunca lograba destacar ante sus ojos.

Dado que una tormenta acechaba los cielos y amenazaba con azotarlos con su furia, decidieron atracar en el puerto de una pequeña isla a mitad de camino para refugiarse y descansar. Lo que no esperaba la condesa era que la bandera del colmillo verde que ondeaba los tejados de paja del pueblo perteneciera a otro vampiro de una familia rival a su padre.

Al bajar la tabla de madera, una hilera de bracamartes los señaló desde la dársena principal del puerto. Eran piratas de parches en el ojo y sombreros desgastados. Uno de los feúchos llevaba un loro sobre el hombro y un mono bajo el brazo.

Al frente estaba Fargar, el León, un vampiro que surcaba los mares en la época de la Baronesa Sanguinaria y que aún conservaba el cartel con su recompensa. En aquellos instantes, su sonrisa delataba sus intenciones.

—Han pasado años desde que dejé este mundillo, ¿no crees que es mejor dejar a un lado las diferencias y permitirnos pasar una noche resguardados de la tempestad? —La voz de Tatiana sonó cansada tras el viaje.

—Te crees muy lista, eh. —El vampiro desenvainó una espada y la apuntó—. Esta es mi isla. No vas a cruzar esta línea sin darme una razón por la que no debería secuestraros y entregaros a los humanos, eh.

—Solo será una noche, danos un poco de cobijo. Venga, seguro que no te cuesta nada —suplicó el Capitán Pordiosero antes de que Kirsty le diera un puñetazo en el vientre por débil.

La condesa se fijó en el cinturón de la guerrera y vio un brillo metálico reconocible en un cuchillo escondido. Se limitó a disimular que no había captado su atención y volvió a enfocarse en su rival. Más tarde le preguntaría acerca de ese detalle.

—Se me ocurre un plan —dijo Tatiana, dándose un toque en el tricornio y mostrando los dientes—: ¿qué tal si lo echamos a suertes?

El aliento de Fargar olía a huevo podrido y sus dientes amarillentos de colmillos romos procedían del desprecio al que había sido sometido durante décadas por los Dragomir. Pasó de ser un pirata feroz y temido a un enclenque con ansias de tesoros que no era capaz de atarse las botas sin caer al suelo por la embriaguez.

Lágrimas de oro carmesí #ONC2024Where stories live. Discover now