8. Lucid Dreams

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Buenas buenas mis amores!!!

¿Como están? ejejeje yo feliz porque ya el viernes empiezo a trabajar, no es en diseño propiamente, pero bueno!! a darle con toda.

Mientras, les traigo este nuevo capitulo, esta cortico pero delicioso JAJAJA así que disfrútenlo mientras termino los otros!!

A leer!!!

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Tal como había prometido Colombia, después de comer una buena y saludable porción de fruta y de hacer los carteles para Magni (los cuales escondieron para que fueran sorpresa) los gemelos junto al rubio y su hijo fueron al parque, cabe decir que para Magni no fue nada raro encontrar a Raner y a Magnus en su casa, bañándose rápido para poder ir al parque los tres.

Era una linda tarde para estar afuera, el sol iluminaba las copas de los árboles mientras los ciudadanos descansaban en el manto verde que era el parque, mientras los niños jugaban en las pequeñas y coloridas construcciones metálicas. Colombia los cuidaba de lejos, sentado junto a otras madres, había llevado su tejido, una gran botella de agua y una mochila con todo lo necesario para que sus tres cachorros jugaran sin descanso.

Era una tarde linda de verano cuando sintió que un perro llegó a robarle parte de la merienda que había llevado, la sorpresa que le dio al darse cuenta que cualquier cosa era más grande que el perrito ladrón, era proporcional a la energía del mismo, Colombia estaba seguro que el gato que tenía en casa de su padre era más grande que aquella rata con pelo. Era lindo, no iba a mentir, pero tampoco podía dejar que le robara la comida, por lo que procedió a regañar al canino, quien no dudó ni un segundo en atacar, mordiendo la bota de su pantalón como si quisiera desgarrarle la piel.

-¡¡Princesa deja eso! - Dijo una voz extrañamente familiar, un extravagante pelirrojo en ropa deportiva llegó corriendo a su lado, levantando a la perrita con cuidado- No muerdas porquerías.

-Georgia.

-Uhggg, eres tú- Respondió el joven, al ver quien era la persona que regañaba a su mascota.

- ¿Qué haces aquí? -Colombia preguntó a la defensiva, sus ojos rápidamente buscaron a los gemelos, agradeciendo que estaba lo suficientemente lejos para no reconocer a Georgia.

- ¿Qué no es obvio? -Preguntó irritado, mostrando la correa rosada que tenía en la mano.

-Sabes que no puedes estar cerca de los niños- Aviso Colombia, listo para llamar a la policía si era necesario.

-Lo sé, pero no hay ninguna ley que me impida sentarme a tu lado.

Con un fluido movimiento, Georgia ocupó el espacio libre junto a Colombia, observando cómo los niños jugaban, quien iba a pensar que el rubio que lo había separado de su amorcito ahora era quien cuidaba de los hijos del mismo. Algo en su corazón se rompió al pensar que Noruega lo había reemplazado tan rápido, pero, aunque estaba triste, no dejo que aquello se reflejara en su mirada.

-Así que tu y Noruega ya están juntos- Dijo suave, sacando el vapeador que tenía en el bolsillo, el humo con olor a fresas inundó la tarde en un segundo, hostigando al cafetero.

-Nosotros no...

-Déjame decirte algo, Noruega puede ser un caballero, pero al final del día es como todos los hombres, un idiota que te usara hasta saciarse y después te tirara a la basura.

- ¿De que estás hablando Georgia? -Colombia preguntó indignado- Si Noruega terminó contigo fue porque lastimaste a sus hijos ¿Acaso la orden de restricción no es suficiente para dejarlo claro?

Un Jaguar y Dos LobosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant