Marc: Venga, ahora la culpa es mía.

Yo: Ajá. ¿Cariño, por qué la contratas?

Lara: Oye, tampoco soy tan mala.

Yo: No. Si quieres te ayudo.

Lara: Eso me vendría bien, gracias.

Marc: Ahora sí que van a ser la ostia.

Nos partimos de risa y yo abrazo a Lara. No quiero estar a malas y encabronada este fin de semana teniendo en cuenta que es el primero que paso con Marc en un circuito, y en general.

Karina: Pero, aclararme algo. ¿Para qué, exactamente, te ha contratado?

Lara: Para diseñar sus cascos. Pero siempre me los cambia. Espero que con las ideas de Laura no lo haga.

Marc: ¿Tu qué quieres? ¿Qué firme mi sentencia de muerte?

Empezamos todos a reír y yo vuelvo a abrazar a Lara. Hacia un año casi que no la veía. Siempre estaba ocupada y muchas veces la pillaba en un país diferente. Esto me extrañaba mucho porque no sabía si trabajaba o no y tampoco es que hablara del tema, pero ahora que sé que trabajaba con Marc ya me cuadran las cosas. Y me quedo mucho más tranquila sabiendo que estaba con él en vez de con cualquier pichafloja chuloputas de esos que, por desgracia, sigue habiendo en este mundo.

Lara: Te he echado de menos, loca.

Yo: Porque has querido. Pero comprendo que no me lo dijeras. No todos los días se es la diseñadora de Marc Márquez.

Lara: Gracias por entenderlo. Por cierto, felicidades. Con todo lo que ha pasado se me olvidó llamarte. Si le hubieras visto el lunes... estaba eufórico.

Alex: Doy fe. Iba por toda la casa "¡Chica nueva, chica nueva!" como si le hubiera dado un ataque de epilepsia.

Nos reímos y miro a Marc que está rojo como un tomate. Me acerco a él y le doy un beso. Después, Lara me su regalo, el cual no esperaba.

Yo: No hacía falta.

Lara: Sí. Es mi disculpa. Lo vi después de verte a ti en Monlau.

Lo abro y veo dos entradas para un concierto... ¡de James Bay! ¡Oh, dios mío! Adoro a ese británico. ¿Quién vendrá conmigo? Es a finales de noviembre, así que Marc ya habrá terminado el mundial. Me giro hacia él y le enseño la entrada y después las separo estilo abanico y subo una ceja.

Marc: Debería ir Lara.

Lara: Vas a ir tú, Márquez.

Marc: Si insistes... ¿Dónde, cuándo, y quién?

Yo: Barcelona, 22 de noviembre y James Bay.

Marc: No sé quién es. Canta algo.

Yo: "Hold back the river let me look in your eyes, hold back the river so I can stop for a minute and see where you hide. Hold back the river, hold back."

Marc: ¡Ah! Ya sé quién es. Me has convencido.

Yo doy palmitas saltando de alegría y abrazo fuerte a Lara.

Yo: Muchas gracias. Me encanta.

Lara: Ya lo sabía yo.

Estuvimos de party hard hasta las doce y porque soy una chica responsable y les dije aquí a la panda que se fuera cada mochuelo a su olivo. Laurita me puso morritos de "un ratito más, porfi" y Aurora, Karina y Lara se abrazaban como dando a entender "¡no nos separes ahora!". Javi se había ido a las once, ya que tenía que coger un avión a Toronto porque había venido a mi apresurada fiesta de cumpleaños sin saber nada y menos mal que estaba en Madrid y pudo cambiar el vuelo para salir desde Barcelona y no desde allí. Marc y Alex, aunque disfrutaban de lo lindo, si no dormían bien este finde sería un desastre para los dos por falta de sueño y yo quiero que mi tate pistolitas y mi amor hormiguita estén al cien por cien para dar toda la guerra posible y más. Cuando Marc y yo llegamos a la habitación, nos pusimos el pijama en silencio y mirándonos mutuamente. Aunque con los pantalones cortos del pijama esté sexy como él solo, preferiría quitárselos en vez de ponérselos. ¡Ya estas delirando, Laura! Pero joder, cuando me mira con los ojos entornados y esa sonrisa pícara de su cara, ardería hasta la Vía Láctea entera de lo que provoca. De hecho, creo que hasta crearía un agujero negro, arrasándome a mí a su paso. Fue caer en la cama y caer rendidos los dos al momento. Era la segunda vez que dormía con él y es todo un lujo dormir con él al lado, oliendo su maravilloso olor a colonia.

Por ti (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora