Inmortalidad

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Ríes en los brazos de tu parejo, ya habías pensado en preguntarle. Deseabas finalmente formalizar su relación, estabas lista, segura.

Lo invitaste a un lago, sí, a un lago. Con tu esfuerzo del último año pudiste conseguir un pequeño carro para dos personas. El pequeño vehículo, amarillo y negro, se parquea con agresividad frente la casa de Wade, donde lo esperas con una sonrisa magníficamente amplia.

-¿A dónde vas, preciosa?- Le gritas mientras le da la vuelta al frente del carro y te saca el dedo de en medio con una sonrisa juguetona.

-A dónde tu quieras papi- Responde en tono femenino, moviendo la cabeza con diversión y montandose junto a un bulto enorme con ropa de playa y un cambio extra, además de una toalla.

-¿Traíste todo, bebé?-

-Sí, nena-

-¿Traíste el ron que te pedí?

-Mhm

-¿Golosinas?

-Ajá

-¿El bloqueador solar?-

-¿Para qué carajo?

-Te va a dar más cáncer del que ya tienes Wade- Expandió su boca en una sonrisa sorprendida, no creyendo que empezaras el día con chistes sobre su cáncer.

-Estúpida- Te dió un golpe con los dedos en el hombro, a lo que ríes fuerte.

-Estúpido tu cuerpo que no supo combatir las células-. Aguantas la risa que te dan tus mismos chistes, mientras observas como cae contra la silla ante la sorpresa de tus palabras.

Negó para sí mismo, poniéndose el cinturón de seguridad.

-¿Qué vas a hacer con eso? ¿Salvarte del cáncer?-

-Avanza y muévete-.

-¿Cómo tu cáncer?- No aguantas la risa, dejando tu frente sobre el volante dejando que la bocina sonara corridamente por todo el lugar.

-...He creado un monstruo- Seguía negando, ahora con una sonrisa.
-Me las vas a pagar, maldita malcriada-

-Uhh- Te yergues, mirándolo coqueta.
-¿Me vas a meter tu canceroso?-

-¡Conduce de una vez!- Te grita entre risas, señalándote la carretera con una mano.

El viaje era largo, perfecto para hablar sobre lo pasado en los últimos días y ponerse al tanto. A Wade le encantaba hablar, y a tí te encantaba escucharlo. Sonríes mientras te cuenta su última aventura y salta del tema mil veces.

-Bebé-

-¿Mh?-

-Me estabas contando sobre el tipo con cabeza de pito y katana-

-Ah, sí, ¿dónde me quedé?- Ríes, con la mirada fija en la carretera.

Había pasado un año desde que te mudaste de casa de Wade. Casi dos años desde que se conocieron. Estabas muy segura de esta decisión, realmente lo estabas. Él merecía una buena mujer a su lado, una que lo siguiera llevando por un mejor camino aunque no podrías sacarlo nunca de ser mercenario. Pero sí lo merecía, por el simple y mero hecho de hacerte feliz y nunca haberte levantado una mano. No se lo permitiría, ni tú a él.

No te sentías nerviosa, sabías bien cuál sería su respuesta. Estabas feliz, realmente feliz.

Llegan a la laguna después de 3 horas de viaje. El lugar era hermoso, el agua clara, y el alrededor llano, lleno de piedras, arbustos y flores silvestres.

-Esto está muy chulo, ¿segura que no hay cocodrilos?-

-Que yo sepa no hay-

-Voy a revisar- Salió del carro dejándote sola con todo el empaque para que lo bajaras. Lo ibas a regañar, pero estabas muy feliz para eso. Así que bajaste las cosas mientras se metía en el agua para revisar qué no hubiese nada malo allí.

Falto de amor [DeadpoolXTnFemenina]Where stories live. Discover now