Falto de amor [DeadpoolXTnFemenina]

Vanessa

Cuando la cabeza de Wade golpea la almohada estaba literamente borracho. Riendo y suspirando ante tus besos y caricias. Pasaba sus manos por tus caderas, bajando luego a las nalgas y regresando con el fin de levantarte aquel lindo traje que él mismo había hecho. Todo es diversión. Mientras tus manos le desabrochan aquella camiseta de botones y besas con aventura su cuello y pecho. Todo es diversión, hasta que se acaba.

Vanessa

Aquel nombre ajeno y claramente extraño hizo que cualquier rastro de licor en sus cuerpos decidiera obedecer a la mente. La había cagado. Lo supo cuando tus besos se detuvieron en un silencio incómodo que terminó por tu salida de la cama.

-Ne...Nena, déjame explicar-.

-No tienes nada que explicar-. Farfullas bajando tu traje y abriendo el closet. Sacaste una mochila deportiva de Wade, abriéndola y tirando todas las armas en el suelo con fuerza.

-¡Oye, oye! ¡Deja eso!-. Se levantó con rapidez, yendo a quitarte la mochila.

-¡Me voy!-. Le gritas apartando la mochila y caminando a tu gabetero. Empiezas a sacar ropa y algunos fajos de dinero no tan grandes.

-Nena, déjame explicarte, por favor, hablemos-. Rogó, no intentando forcejear contigo pero sí siguiendo tus pasos por la habitación. Sus ojos, los cuales evitabas a toda costa, expresaban el arrepentimiento por su error. En la vida habría una mujer como tú, no eras para nada parecida a Vanessa. Y Vanessa no había sido parecida a tí. Ambas son y fueron mujeres únicas en su vida, lo único que compartían era el hombre. Una versión diferente de él.

-¡No quiero más excusas! No quiero explicaciones, no quiero disculpas. Quiero un puto compañero que no me pegue o...o me confunda con una de sus exes o que se yo-. Tartamudeabas con ira y lágrimas al recoger tus cosas esenciales. Cuando tomaste tu teléfono para salir de la habitación no pudo evitarlo, tomó tu brazo con fuerza.

-Escúchame, por favor, es todo lo que te pido-. Volteas hacia él, encontrándote con sus ojos de borrego, suplicando que le dejaras explicarse. Respirabas agitada por el enojo.
-Toma un baño antes si quieres, pero quiero que me escuches-. Chasqueas la lengua, mirando a otro lado no queriendo caer en esas trampas de la mirada a los ojos.

-¿Qué me vas a explicar?-

-Déjame explicarte quién es Vanessa-.

-Oh, claro, y yo me voy a sentar aquí para que me hables del daño permanente que te hizo tu ex y que me quieres coger pensando en ella-.

-No, no, para nada-. Suspiró.
-Nunca te conté cómo llegué al puente...-

[...]

Tu espalda se derrite en la pared de la ducha, dejándose caer hasta el suelo mojado y frío. Tus manos, calientes por la temperatura del agua, abrazan tu rostro ocultando las lágrimas. Aquella larga historia todavía consumía tus oídos, afuera, justo a tu lado Wade estaba sentado mirando a la nada. No le importaba mirar, no ahora, admitió que te había faltado el respeto. Comprendía tu enojo, pero no dejaría que te fueras sola a esas horas, y mucho menos cuando apenas tenías dinero para unas noches en un hotel de mala fama.

-Yo lo siento tanto... Tú...- Ríe. Estirando las piernas en una "v" abierta y suspirando pesado, dejando que aquel pecho expuesto por los cuatro o cinco botones que le habías quitado se infle y vacía.
-Tu no eres ni serás Vanessa, lo sé. No planeo que seas Vanessa, es más, ni siquiera planeaba llegar a este punto-. Bajó la mirada, jugando con. El borde de aquella elegante camiseta de botones.
-Pero eres tan..., tú... Tan apasionada y hogareña. Puede sonar machista, pero me gusta llegar a casa y saber que ahí estarás. Que siempre habrá un plato de comida esperándome cuando estás tú, sin importar si la cocinas tú o lo hago yo. Amo..., amo tu rostro malumorado en la mañana, ne gusta que las cosas sean a tu manera y...- Ríe bajo.
-Me fascina..., la manera en la que me tienes que acariciar la barbilla para poder quedarte dormida...-