Chiara miró hacia Elizabeth, llevaban cerca de diez minutos sin decir nada, por lo que, con un suspiro de por medio, se levantó de donde estaba sentada y fue hacia la puerta, tal vez Elizabeth necesitaba estar un rato sola y después ya hablarían. Abrió la puerta y esperó un segundo más antes de salir.

— Me entró miedo.— Chiara paró en seco cuando escuchó la voz de la rubia. Sonrió de manera suave por haber conseguido que Elizabeth hablase con ella y volvió a entrar en el box, cerrando la puerta de nuevo. Se giró y la miró, tenía la mirada baja. —  Me entró miedo porque... Porque no quiero hacerte daño. —  La pelinegra frunció suavemente el ceño, confundida ante las palabras de la rubia.—  Porque te mereces a alguien mejor que yo, que sea capaz de al menos no tener que ocultar lo que siente.

— Tú no sabes que es lo que merezco.— Susurró Chiara, acercándose a ella, a paso lento.—  Y aunque "no me lo merezca" yo te quiero a ti, joder Elizabeth, ya te dije que me daba igual correr los riesgos que hicieran falta, deja de ser tan cabezota y date cuenta de que lo único que quiero es poder estar contigo. Que estoy completamente enamorada de ti, Elizabeth, que no se en que idioma decírtelo para que me entiendas de una puta vez. 

La rubia tardó unos segundos en recomponerse de las palabras de Chiara. Sus piernas le temblaban ligeramente y sus mejillas estaban completamente sonrojadas, mientras que Chiara, también con las mejillas algo sonrojadas, se repetía una y otra vez a si misma lo siguiente.

Chiara, confía, se está consiguiendo, no te pongas nerviosa, solo hay que hacerla entrar en razón... 

— La cosa es que ese no es el problema.— Susurró Elizabeth, jugando con los dedos de su mano y suspirando antes de soltar lo siguiente.— Mis padres han echado a mi hermana mayor de casa por tener novia.

La boca de la pelinegra se abrió en un acto completamente involuntario, empezando a atar cabos y a entender todo lo que estaba pasando y maquinando la cabeza de Elizabeth los días anteriores. 

— Oh...

— Sí, oh... — Susurró Elizabeth, tragando en seco.— Se enteraron de lo que la gente decía de ti y de mí... Y pues... digamos que les respondí un poco mal y mi padre no se lo tomó bien...— Añadió, señalando su mejilla. 

Chiara se levantó de donde estaba sentada y se acercó rápidamente a ella, mirándola a los ojos, ¿su padre había sido capaz de golpearle? Sin decir nada más tomó a Elizabeth del brazo y tiró de ella para envolverla entre sus brazos, y Elizabeth, unos segundos después de quedarse un poco en shock, correspondió, pasando sus manos por la cintura de la pelinegra.

— Tendrías que habérmelo dicho, podría haberte ayudado... — Musitó Chiara en mitad del abrazo. 

— No quería que te alejases de mí por eso... — Explicó Elizabeth cuando ambas se separaron del abrazo, y Chiara la miró con ambas cejas alzadas.

—  Claro, y para que yo no me aleje de ti decides alejarte tú de mí, ¿verdad? —  Elizabeth hizo una pequeña mueca, mordiendo el interior de su mejilla.

— Hombre a ver, diciéndolo así...

— Suena como una tontería, estoy de acuerdo.— Elizabeth alzó su mirada para mirar a Chiara a los ojos y esta le sonrió suavemente, tomando una de sus manos.— No voy a alejarme de ti por eso, tonta. Vas a necesitar mucho más para conseguir que te deje tranquila. 

— Joder, que putada.— Bromeó Elizabeth, compartiendo una risa con Chiara.— Lo siento. — Susurró, aún sin soltar el agarre con la mano de Chiara.—  Lo siento, es que...

Alzó su vista hacia el techo para evitar dejar caer las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos. Chiara puso sus manos con cuidado de no hacerle daño sobre las mejillas de la rubia, bajándole suavemente la cabeza para dejar un beso sobre su frente y después junto su frente a la de ella, notando como, casi al momento, Elizabeth comenzaba a llorar.

— Me dijeron que si no me alejaba de ti no me molestase en volver a casa al salir de aquí... — Chiara se quedó paralizada al escuchar aquello, ¿cómo podían unos padres decirle eso a su hija? — Me dio miedo, no puedo dejar a mi hermana pequeña sola con ellos y... Joder, me comporté como una imbécil y... Y todo es una mierda.

— Ay, cariño...

Chiara volvió a abrazar a Elizabeth, dejando que esta se desahogase contra ella, contra su hombro, sintiéndose, de nuevo, segura entre sus brazos. 

— Me alejé de ti porque no quería que esto te salpicase, no quería que mis problemas con mis padres te salpicasen a ti, y pensé que alejándome se solucionaría todo pero... — Suspiró, con la respiración entrecortada.— Para lo único que me ha servido es para hundirme más en la mierda. Lo siento...

— No te preocupes, Liz...— Susurró Chiara, sin soltar a Elizabeth en ningún momento.— Pero para la siguiente habla conmigo, ¿vale? Hay soluciones más rápidas y fáciles que alejarse e ignorar a la otra como si no existiera.

— Lo sé, es solo que... Mis padres cuando era pequeña me hacían la ley del hielo muchas veces y de repente, de un momento a otro, me hablaban como si nada.— Explicó, hacía años que había llegado a esa conclusión.— Ellos no me enseñaron a hablar las cosas cuando había un problema, y supongo que por eso me pasa esto, que prefiero alejarme de la gente antes que hablar las cosas. 

— Bueno pues que sepas que conmigo no va a volver a pasar eso.— Se separó del abrazo y puso sus manos sobre los hombros de la rubia, mirándola a los ojos.— Si te pasa cualquier cosa, si tienes cualquier cosa que está comiéndote por dentro, si estás sobrepensando, si tienes algún problema... Me lo vas a decir. Quiero que estés bien, segura y cómoda conmigo, y quiero que te sientas libre de hablar conmigo si alguna cosa te molesta. — Elizabeth sonrió mirando a Chiara a los ojos, sin entender qué había hecho bien en su vida para tener a alguien como Chiara a su lado.

— Lo del beso con Denna... — Susurró Elizabeth, si quería solucionar las cosas, debía soltar todo lo que pensaba.— ¿De verdad ella es la que más te atrae de la academia? — Chiara rió suavemente, haciendo que Elizabeth la mirase mal.— No te rías, idiota.

— Solo a ti se te ocurre pensar algo así.— Elizabeth rodó los ojos y Chiara sonrió, bajando sus manos a la cintura de Elizabeth.— Claro que no, tonta. Lo hice porque ella quería ver si Violeta seguía sintiendo algo por ella y yo quería saber lo mismo pero contigo. Porque me parecía muy raro todo lo que había pasado. Pero no, claro que no, Denna no es quién más me atrae de la academia.

— Pues que sepas que Ruslana quiere asesinarte por haber hecho eso.— Chiara chasqueó su lengua y rió suavemente, pasando su pulgar por la mejilla de Elizabeth, limpiándole una lágrima mientras esta reía.

— Si, créeme, me he dado cuenta de que ahora mismo no le caigo muy bien a tu mejor amiga.— Ambas rieron de manera suave, mirándose a los ojos. 

— Entonces... si Denna no es quién más te atrae de la academia, ¿quién es? — Preguntó con una sonrisa burlona, viendo como Chiara rodaba los ojos con gracia. 

— ¿Me vas a hacer decirlo? Lo sabes perfectamente.— Elizabeth alzó ambos hombros.

— Me gusta cuando sale de tus labios.— Chiara rió, negando suavemente.— ¿Quién es la persona que más te atrae de la academia?

— Pues... es una chica con mezcla de nacionalidad, rubia, con unos ojos preciosos y que le cuesta bastante hablar las cosas.— Susurró acariciando la cintura de Elizabeth. Esta sonrió suavemente, mirándola.— Deberías conocerla, aunque no se si te caería bien, es un poco cabezota.

— Tiene pinta de ser la mejor.— Musitó con una sonrisa, bajando su mirada a los labios de Chiara durante un milisegundo.

— Lo es.— Elizabeth alzó ambas cejas, sonrojándose suavemente.— Pero ella aún no lo sabe. 

...

YAAAAAA ESTÁ

HABLARON

Denme las gracias, hubo unos segundos que pensé en que Elizabeth se fuese de allí JAJAJAJ 

Me gustó mucho este cap, la verdad JAJAJAJA y sobre todo por el Chiara❤️confía⭐️

Bueno enfin, muy bonito cap, han hablado las cosas y Elizabeth se ha sincerado, oleeee JAJAJAJ

Besis de fresis

¡Nos leemos!

El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]Место, где живут истории. Откройте их для себя