Capitulo 2

26 6 25
                                    

Estaba algo anonadada, no sabía si volver por mis cosas mejor dicho lo poco que tenía, o seguir mi camino. Bueno solo pensé en mi futuro, en que no debo perder mi ser una cobarde, no de nuevo así que me llené de valor y regresé a ese lugar.

Ahi estaba el sujeto, sentado en el mismo banco que por una pacífica semana fue mi cama, era odioso el sentimiento de saber que se estaba riendo, lo veía riéndose a carcajadas, es algo molesto.

Ey, sé una valiente, no te dejes intimidar.

No vayas, parece un loco.

No escuches tu lado inocente, que por su culpa casi quedas a merced de tu jodida familia de locos. Ve, míralo a los ojos con furia, y toma tus cosas para seguir tu camino.

Okey...

Termino el monólogo interior.

Llegué, lo miré sabe dios de qué manera y tomé mi bolsa, sosteniendola con tanta fuerza que mis dedos creaban nudillos en el saco. Hasta este ahora es que pude verle bien la cara, el cabello y sus fracciones masculinas muy definidas porque el hombre parecía ser Apolo, o la misma reencarnación de Hércules. Una mezcla suficiente explosiva.zz

Le saco la lengua como muestra de enfado, no tengo unos buenos modales y eso no me interesa en lo más mínimo, le doy la espalda para irme.

-¡Espera un momento! -Su voz era suave, en definición, un noble adinerado. Solo me quedé de espaldas con mi bolsa, sintiendo cierta impotencia, con algo de miedo...

-¿Aún no sabes? Me sorprende que la familia Howard no te halla dicho la verdad, toda la verdad a suponer, te han dicho una mísera parte.

¿Qué sabe él de mi, de mi familia?

-No entiendo -me volteo a verlo.

-¿Al menos sabes quién eres, lo importante que eres?

Cada palabra, frase y oración que salía de sus labios me dejaba sin más paralizada, no entiendo de verdad nada, qué sabe de mi familia.

-Me llamo Sasha Howard

-Si no me digas, da igual, mi nombre es Kevin Dubois -me sostiene la mirada al ritmo en que se levanta. -A tus servicios.

-Servicios de nada -estoy a la defensiva-. ¿Quién eres tú? -Él se acerca-, no te me arrimes, y responde.

-Kevin, y para empezar es hora de que me veas como un aliado, no como un enemigo. Tu familia es la misma enemiga.

-Ellos fueron malos sí, pero son mis padres, mi hermana.

-Debes venir conmigo, antes de que caiga la noche.

-¿Por qué? -No entendía-. ¡Por qué!

-Porque eres una obra de arte

Mi reacción... Parálisis, conmoción, shock espontáneo.

-...Y por primera vez vengo a enseñarte todo eso que no conoces, que poco a poco reacciones a lo que verdaderamente eres, lo que te pertenece.

El se acerca... se acerca cada vez más.

-¡Oye! -Reacciono cómo una gata arisca.

-No seas tímida, compórtate.

Le viro los ojos, no me tratará como a una niña a mis veintidós.

En un instante bajo la mirada para analizar la situación, mi alrededor. A él.

-Nunca bajes la mirada, no si eres una... Mejor dicho, mírame -me exije con cierto mandato-. Tus ojos son...

Entre Amor y Costuras. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora