😀

0 0 0
                                    

El hombre lobo despertó varias horas después de su siesta tras escuchar un sonido.

"¿Huh?" Pregunto confundido mientras tocaba la tierra debajo suyo, su mirada lobuna alzandose "Mmm... Todo es tan borroso" Se quejó.
Reuniendo todas sus fuerzas, se levantó todavía algo tambaleante y empezó a caminar hacia el ataúd. "¡Ey profanadores de tumbas!" Grito dejando libres sus garras.
Sus pasos eran pesados y su cuerpo amenazaba con irse hacia un lado, sin embargo no se atrevía a detenerse.

De repente un sonido volvió a escucharse, esta vez era un sonido de un golpeteo contra la madera.

El hombre lobo emitió un gruñido para después lanzarse hacia el ataúd "Profanadores de tu-!" No pudo terminar de hablar ya que su cuerpo se chocó contra la fría madera del ataúd.
"Puta... " Su cuerpo además terminó golpeando el suelo.

Entonces el sonido volvió, esta vez sin detenerse haciendo que el hombre lobo levantara su mirada hacia el ataúd. Sin embargo no vio a nadie como había esperado antes. Entonces, confundido, se levantó del suelo algo adolorido y fue allí cuando se dio cuenta de que el golpe no era de un agente externo del ataúd, sino que provenía de dentro de este.

Trago saliva mientras se dirigía a ver la ventanilla que había dejado abierta hace unas cuantas horas. Una vez poso sus ojos allí, sintió que su mundo se puso al revés... Su chico, aquel vampiro durmiente ya no estaba en su profundo sueño, sin embargo estaba despierto golpeando con todas sus fuerzas aquel ataúd desde dentro, el miedo notándose en sus orbes esmeraldas.

Los gritos del chico eran silenciados por la gruesa madera, además el hombre lobo noto vagamente que el chico vampiro se ponía morado.

"¡Maldición!" Exclamó con furia "¡Resiste!". Fue allí cuando sus manos empezaron a buscar alguna manera de abrir el ataúd antiguo, estas se movían ágilmente hasta que por fin encontró una manera de abrirlo, sin embargo noto que estaba sellado.

Rápidamente se dirigió a recoger algo que le sirviera, pero lo único que encontraba eran botellas y latas de cerveza. Alarmado, empezó a revisar cada rincón de la cueva hasta que encontró una piedra lo suficientemente grande como para romper el sello.

Con un suspiro, volvió al ataúd y con todas sus fuerzas golpeo la piedra contra los sellos que evitaban que el ataúd fuese abierto.

Sus manos sudaban hasta que por fin los sellos fueron removidos, entonces usando sus últimas fuerzas, levanto la tapa del ataúd. Sin embargo al abrir esta, el chico de allí dentro, se sentó repentinamente en el ataúd respirando con dificultad.

"¿Q-qué pasó?" Preguntaba aturdido mientras observaba la cueva, sus manos pálidas pero con gigantescas garras agarraron el brazo del hombre lobo. "¿K-Kacchan?"
"Si.. D-Izuku, soy yo, Katsuki" Respondio el hombre lobo ahora llamado Katsuki mientras suavemente acariciaba la mano del vampiro.

La mirada del chico ahora apodado Izuku recorrió toda la cueva, sin embargo empezó a toser.
"Kacchan, mi garganta, se siente muy seca"
El hombre lobo miro con preocupación a Izuku "¿Que necesitas? ¿Agua? ¿Sangre?"
Izuku suspiro "Quiero una bolsa de sangre, y que después me expliques que pasó"

Katsuki asintió y se dirigió a un rincón de la cueva en donde había una caja llena de polvo, con sus garras abrió la tapa tan dura de la caja, revelando su contenido.

Entonces saco una bolsa llena de sangre la cual se veía vieja, se levantó con esta en mano y se dirigió a Izuku.

Una vez allí le entregó la bolsa, la cual sin dudarlo, Izuku la bebió vorazmente.
"Ah... ¡Sentia como si no hubiese tomado algo en un siglo!" Dejó escapar una risita.

Entonces instintivamente miro la bolsa en sus manos y preguntó. "Kacchan... ¿Por qué esta bolsa esta sucia, si la empacamos ayer?... Además... " De repente empezó a toser alertando a Katsuki. "¡Que asco! Esta sangre sabe demasiado vieja"

Izuku miro a Katsuki, esperando alguna respuesta.
"Kacchan... Esto sabe horrible".
Katsuki sonrió levemente, algo nervioso. "Bueno.. Mira a tu alrededor primero y después me haces preguntas". Siendo sinceros, Katsuki no sabía que estaba diciendo, era como si su cerebro estuviera en un corto circuito.

Los ojos de Izuku se abrieron como platos mientras observaba "No hay nada extraño... " Dijo.
Entonces rápidamente y empujando a Katsuki, Izuku se levantó, sin embargo con un grito, cayó al suelo "¡Mierda un calambre!"

Katsuki alarmado, se acercó corriendo hacia él y tomo su brazo algo brusco.
"¡Maldita sea Izuku!" Grito alzandolo del suelo. "¿A donde vas?"

"¡Voy a ir con mi madre!" Dio una suave sonrisa "Debe de estar enojada porque no llegue a casa anoche".

Izuku se volvió a levantar y separó la mano de Katsuki "Tranquilo, ni que fuera a matarme o algo así"
Katsuki suspiro "No es por eso Izuku... Es solo que... " Su expresion paso a una de tristeza "Porfavor no te vayas a poner histérico"
Izuku fruncio el ceño "¿A que te refieres?" Pregunto.

Katsuki suspiro nuevamente antes de hablar "Tu madre esta muerta"
Izuku se separó bruscamente, el sudor perlando su frente "Jaja... Que buena broma" Sus manos temblando, sin embargo noto que Katsuki no sonreia como solía hacerlo.

"¿Kacchan?" Izuku se levantó rápidamente "¡Deja de bromear!" Exclamó.
Katsuki miro con tristeza a Izuku "No es broma, es verdad"
Izuku soltó una risa sarcástica "¡Pero si la vi ayer!" Entonces moviéndose erráticamente empezó a caminar, sin embargo, sus pies se enredaban entre sí, su cuerpo cediendo a la gravedad.

Katsuki simplemente lo observo sabiendo que esta noticia fue como un baldado de agua hacia Izuku.
"Izuku, el ayer que recuerdas no es el ayer que pasó"

Izuku lo miro confundido "¿A que te refieres? " Pregunto sin levantarse del suelo.

"El ayer que recuerdas fue hace 600 años" Declaró con voz gélida. Haciendo que Izuku se pusiera frío.
"¿A que te refieres? Si yo ayer dormi sintiéndome normal, no había nada extraño por allí" Dijo Izuku "¿Acaso te estas drogando?... E-estas hablando cosas sin sentido"
Katsuki gruño con rabia tomando la muñeca de Izuku "¡Yo no me drogo ni digo cosas sin sentido!" Exclamó antes de tomar una bocanada de aire "Tampoco bromearia sobre esto, tu me conoces bien a mi"

Izuku todavía guardaba esperanza y entonces lo confrontó "Dame pruebas"
Katsuki suspiro y lo levanto "Acompañame" Empezó a caminar hacia la salida de la cueva, las paredes cediendo ante su mera presencia.

Una vez fuera, Izuku pego un siseo mientras se separaba bruscamente de Katsuki, volviendo a la sombra de la cueva.

"¡Maldita sea!" Exclamó rascando su piel ahora roja. "Hace demasiada calor"

To be continued 🧍

Amantes Nocturnos [Ktdk]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora