"Quizás debería aceptar que ya fue, que no fuimos, no somos y no vamos a ser " -Leah Amara Stilinski
Leah Amara Stilinski, una joven de 15 años, quién estuvo enamorada del joven McCall desde muy pequeña, pero a pesar de todo estuvo para el en sus m...
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No teníamos más tiempo, Sebastián ahora aparecía en vez de Masón, me preocupaba no poder volver a ver a mi amigo, tenía miedo de que desapareciera para siempre, no podría soportarlo, no podría soportar una perdida más.
Chris y Gerard Argent habían ido detrás de Parrish y la bestia, lo estaban persiguiendo para ver si podían ayudar con algo.
Yo me quedé con Scott y Liam, pues había un doctor del miedo el cual aún seguía vivo y habíamos logrado agarrarlo, lo tomamos y fuimos directo hacia la veterinaria de Deaton, el sabría que hacer.
Llegamos a la veterinaria, abrí la puerta mientras Scott y Liam metían al sujeto de la máscara, Deaton estaba con Stiles y ambos se sorprendieron al vernos llegar.
—Sigue vivo — le dijo Scott a Deaton en cuanto llegamos.
Deaton había colocado al doctor del miedo sobre la mesa, mientras todos mirabamos.
—¿Puedes mantenerlo vivo? — le pregunté.
—No estoy seguro de que esté vivo — me dijo Deaton.
—Al diablo con mantenerlo vivo, ¿Cómo haremos que hable? — pregunto Liam.
—En lo personal creo que podríamos usar más la tortura — dijo Stiles y todos volteamos a verlo.
—¿Escucharon eso? — pregunté, pues escuchaba algo en susurros.
—Ven a mi.... Ven a mi — se escucha decir.
El sujeto en la mesa de la veterinaria se paró haciendo que nos asustaramos, pues lo hizo de una forma muy rapida, este comenzo a producir un sonido que hizo que todo se moviera, y que nuestras manos fueran hacia nuestros oídos.
Este se paró de la mesa y me intente acercar a el para detenerlo.
—Leah, espera — grito Scott.
No lo escuché y levanté mi mano para conjurar un hechizo.
—¡Motus!— grite.
No sirvió de mucho ya que la frecuencia del hombre y mi hechizo se juntaron y hicieron que me fuera hacia atrás golpeandome, pero algo amortiguó un poco la caída, fue Liam, este chico se había colocado detrás de mi para detenerme y termino golpeándose la espalda y después lo golpee yo.
Solté un pequeño quejido que fue silenciado por el de Liam, pues lo había golpeado con mi cuerpo.
Todo comenzó a moverse y una mesa de fierro salió disparada hacia la puerta cerrando nuestro paso.
—Alto —grito Deaton cuando Scott fue hacia ella.
—¿Estas bien? — me pregunto Liam ayudándome a pararme..
—Si, amortiguaste mi caída — le respondí y este sonrió un poco.
—Esta electrificada — dijo Deaton cuando los cuatro miramos la mesa en la puerta.
