SENTIMIENTOS. CAP 14

1.4K 167 86
                                    

Perspectiva de Gonzalo •

Nicolás se habría quedado unas dos semanas con nosotros y la verdad estaba demasiado feliz de ello, todo estaba yendo demasiado bien, tenerlo tan cerca me alegraba, pero él se quería ir.

—¡Por favor, Gonzalo! ¡Estaré bien!

—¡No! ¿¡Y si te agarra de nuevo Kevin!? ¡La pelotuda de tu vieja ni fue capaz de ayudarme a buscarte y te querés ir para allá!

—boludo, tranquilo ¿Dale? Ya sé que mi vieja ni bola me da, pero no puedo quedarme acá para siempre, vos y Brenda ya hicieron mucho por mí ya, no puedo joderlos más.

—¡No nos molesta tenerte acá!

Nicolás se me acercó y me abrazo, estaba bastante enojado, pero respiré hondo para que se me fuera un poco.

—Sé que te preocupo, pero no quiero vivir de ustedes.— Él miró a los ojos y al notar que aún estaba enojado me dio un beso en la mejilla. —Escúchame, te llamaré todas las noches ¿Sí? Si un día no te llamo tenés todo el permiso del mundo de llamar a la cana para que me vengan a buscar.

—Sos un tarado, Nicolás, está bien.

—¡Bien! Mañana me voy entonces, me voy a meter a bañar y luego salimos un rato a pasear ¿Querés? Sí, si querés.— Me dio dos palmaditas en el hombro y se metió al baño.

—(Él me encanta... ¡Mierda! Nicolás creo que me encanta demasiado.)— Pensé. Me tiré al suelo cayendo sobre mis rodillas y me puse a pensar si de verdad me gustaba o solamente estaba confundido.

—¿Qué haré si en serio estoy enamorado de vos?...

9:21 p.m

Estábamos caminando en una plaza que estaba a la vuelta de mi casa, la noche estaba demasiado bonita, hacía algo de frío, pero no tanto y Sorprendentemente no había ninguna persona cerca, solo éramos nosotros.

—¿Por qué no hay nadie? Está lindo el clima para salir.— Dije caminando a un lado del morocho.

—Yo me alegro de que no haya ninguna persona.

—Acabas de sonar como un antisocial.

—¿En serio? Yo quería sonar como una persona que quiere estar a solas con la persona que ama.

Esta sería la segunda vez que lo escuchaba decir que me amaba, me detuve y él se dio vuelta para mirarme.

—¿Qué pasa, Gonzalo?

—(¿Cómo mierda te digo que creo que te amo sin sonar egoísta? No estoy seguro si lo amo, sería demasiado hijo de puta decirle eso sin estar seguro de lo que siento...)

—Gonzalo, me asustas ¿Qué pasa?— Se me acercó y sujeto mis manos acariciándola con las suyas con delicadeza.

—No... Nada, perdón, boludo, me agarró terrible ataque mental ¿Vamos a sentarnos?

—Sí, sí, sí, vamos.

Perspectiva de Nicolás •

Gonzalo estaba sentado mirando al cielo y yo lo miraba a él.

—(Como me gustaría que me mire a mí en lugar de andar mirando la luna.) pensé. Aunque quizás estaba pidiendo mucho, me gustaría que fuera así, me di cuenta de que yo en ese instante parecía ser un total fan de Gonzalo, pero no me importo.

—(Tiene una peca pequeña abajo del ojo… Casi ni se le nota, qué lindo… ¿Tendrá lunares en su cuerpo? Sé que tiene uno en la espalda y otro en el hombro, pero ¿Tendrá uno en sus muslos? Sería bastante lindo si fuera así)

No podía despejar mi vista de él, la sección de estar enamorado de una persona y que sean tan cercanos es magnífica, te hace sentir muchas emociones, las cuales te pueden lastimar o sanar.

—Nico, ¿Tengo algo? Me andas mirando mucho.— Dijo el rubio aun mirando el cielo.

—¿Cómo sabes que te ando mirando?

—Siento tu vista pegada a mi nuca, boludo y además... Porque te ando viendo de a ratos.

Sentí que mi corazón iba a explotar por lo tan fuerte que estaba palpitando, me hizo demasiado feliz saber que al menos volteo a verme algunas veces.

—Che, ¿Qué es más lindo? ¿El cielo o yo?— Dije con intenciones de cambiar de tema y de molestarlo.

—Vos.

En ese momento quería agarrarlo y besarlo sin parar, todo estaba siendo demasiado romántico y cursi para que solo me vea como un amigo, cada día tenía más esperanzas.

—Nicolás

—¿Sí?

—¿Una vez lo hiciste con una piba mientras tenía el periodo?

—... ¿Qué?

11:22 A.m | perspectiva de Gonzalo •

Al final mi negro se fue por la madrugada a su casa, me costó mucho asimilar que se tenía que ir, pero anoche cuando salimos me quedé pensando en que no podía tenerlo encerrado en mi casa como si fuera algo de mi propiedad, ahora me encontraba en mi cuarto pensando mis sentimientos hacia él.

—¡Ahg, mierda!

—No grites, Gonzalo, ¿Qué te pasa?— Dijo mi hermana apoyándose contra el marco de la puerta.

—Estos días me he sentido demasiado raro con Nicolás, ¡Quiero decir! ... Ahg, no entiendo... Está cosa rara que siento.

—Se llama amor, hermanito.

—Brenda, ya hablamos de esto, no soy gay.— Aún no estaba preparado para admitir que estaba dudando de mi sexualidad en voz alta.

Antes que mi hermana pudiera darme una respuesta, alguien tocó la puerta, me ofrecí ir a abrirla yo.

—(¿Será Nicolás? ¿Se habrá olvidado algo?) Pensé mientras abría la puerta.

—Hola, ¿Me extrañaste?— Dijo el morocho, pelinegro e Idiota de Kevin.

—Kevin ¿Qué mierda? Raja de acá.

—No te calentes, Gonzalo, solo quiero hablar.

—No, gato, raja de acá o te juro que no tengo ningún puto problema en llamar a la cana, ni en papel te quiero ver.

—Solo te quiero pedir algo.

—¡No! Andate a la puta que te re mil parió.— Me agarró del brazo y me callo con un beso en los labios, se sentía asqueroso.

—¿Me podés escuchar?

Aparte la mirada, no quería que me besara de nuevo y me sentía sucio cuando él me tocaba, así que solo asentí, además él tenía mucho poder por el barrio... Quizás si no le dejaba hablar me haría algo o peor, hacerle algo a Nicolás.

—Habla rápido, dale.

—Quiero que vuelvas a tener sexo conmigo.

Me soltó del brazo y con rapidez me agarró por la cintura, presionando su cuerpo contra el mío.

Flechado. Where stories live. Discover now