⁂🏹.•.🦅⁂─En medio de la tensión y la incertidumbre, Coriane y Drea se encuentran frente a la llegada de los Skaikru, quienes parecen ser un misterioso grupo de adolescentes del cielo. La situación se complica aún más cuando se revela la trágica not...
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La noche había pasado, y Drea no había vuelto como le prometió a Zahria, haciendo que se preocupara. Al terminar sus deberes como líder de los Trikru, fue en busca del hermano de su novia, esperando que él tuviera alguna respuesta, pero no lo encontró solo, estaba con Coriane, justo la persona que necesitaba.
La chica se veía bastante agotada, podría jurar qué nunca la había visto así, así que fue rápida con lo que necesitaba.
─Coriane. ─ llamó su atención. ─ ¿Has visto a Drea?
La castaña asintió antes de responder.
─La vi en la cueva de Lincoln anoche, debíamos hablar de algunos asuntos. ─ prefirió omitir el asunto de la Skaikru para evitar problemas. ─ Tranquila, seguro pasó la noche allí para ayudarlo con la caza. ─ intentó tranquilizar.
Aquello no calmó ni un poco los nervios de la guerrera. Sentía que algo andaba mal, no sabía qué ni por qué, pero lo sabía.
─Seguro vuelve en un rato, o si quieres voy y le digo que venga. Iré allí en unos momentos. ─ a Zahria no le quedó más de otra qué asentir, y dio media vuelta en dirección a su cabaña.
Coriane soltó un fuerte suspiro llamando la atención de Aren.
─¿Todo bien, Anne?
─La verdad no tengo idea. ─ y con eso volvió a caminar en dirección a la cabaña de Odeya en busca de algún té del que la tranquilizaba para poder compartir con su hermano y amiga.
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Drea no podía saber por cuánto tiempo estuvo inconsciente, sólo había despertado por los gritos de algunas personas y con un fuerte dolor de cabeza. Al abrir sus ojos, la luz cegó su vista por algunos minutos e intentó taparse los ojos, y ahí se dio cuenta que tenía las manos atadas.
Cuando finalmente los pudo abrir por completo, reconoció el lugar de inmediato de uno de sus sueños, y por las personas que estaban sujetando bien sus ataduras, supo que era dentro de la nave Skaikru.
De inmediato intentó soltarse, tirando con todas las fuerzas que tenía aquellas cuerdas en sus muñecas, pero de inmediato recibió un golpe en el estómago que le quitó el poco aire que tenía.
