Capítulo 6.

93 14 9
                                    

" El valor de la chica."

- ¿Qué busca Damián contigo?

Irina Sadik.

Acorralada contra la puerta lo miraba, su expresión mostraba enojó, pero que va.

¿Quién se creé?

No puede sólo aparecer y pedir explicaciones como si yo fuese un objeto de su propiedad, me creé débil o sólo creé que puede persuadirme.

Es tan clásico de los hombres narcisistas, genial este patrón jamás termina.

Lo aparte por completo y abro la puerta tras de mí.

- Vete. - Lo miraba molesta.

- No iré a ningún sitio. - Reía mientras tomaba asiento en el pequeño sofá que tenía ahí.

- No bromeo Christian, me importa una mierda quien seas, no puedes venir a media noche invadir mi departamento y exigirme respuestas.

- Claro que puedo.

Maldito idiota.

- Bien, si no te largas. - Me acerqué y lo empuje para tomar mi abrigo que estaba debajo de él. - Me iré yo, no deseo perder mi tiempo contigo.

Tomándome del brazo me jalo al sofá recostandome y posicionándose él sobre mí.

- ¿En serio crees que te hago perder el tiempo?

Sus ojos me miraban fijamente, jamás había prestado atención, sus ojos son tan azules como el mar de Islas Cook.

¿Pero qué bobada dices, Irina?

- Por favor, muévete. No es divertido.

- ¿Qué? ¿Hubieras preferido a Damián en mi posición? - Acariciaba suave mi cabello.

- Estás ebrio y eres un idiota, apártate o lo vas a lamentar. - Alze la voz.

- Irina, Irina, mi preciosa Irina. - Deslizaba su mano por mi mejilla sin perder contacto con mis ojos. - Tan tierna e ingenua, quién diría que estarías llena de secretos.

¿Secretos? ¿De qué habla?

Ni tiempo de reacción tuve cuando sus labios se posaron sobre los míos y su mano se deslizaba por mi cintura.

En un abrir y cerrar de ojos incliné mi pierna con fuerza golpeando su entrepierna con mi rodilla, lo aparté y me puse de pie rápidamente corriendo a la puerta.

- No lo repetiré dos veces, lárgate. - Levanté la voz.

- ¡Irina! - Podía escuchar a Josh por el pasillo quien venía corriendo. - ¿Estás bien?

Christian se puso de pie, lucía bastante molesto, miraba a Josh con una rabia.

- ¿Pero qué ha pasado? - Preguntaba Josh entrando al departamento.

- Nada, Christian ya se va. ¿No es así? - Me crucé de brazo y me hice aún lado para darle acceso libre a la salida.

Molesto camino a la salida, no sin antes detenerse delante mío y acariciar mi mejilla para acercarse.

- Tú y yo, no hemos terminado. - Me susurraba para después mirar por última vez a Josh y marcharse.

Rápidamente cerré la puerta.

- Irina, ¿qué fue todo eso? - Preguntaba Josh preocupado.

Suspiré y rápidamente lo abracé.

- Christian es un idiota, los hombres son tan idiotas.

Peligrosa atracción.Where stories live. Discover now