𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡'𝗦 𝗛𝗘𝗔𝗥𝗧 | Rhaenyra Targaryen

𝟬𝟬𝟱 | Driftmark

La atmósfera en el funeral de Laena Velaryon en Marcaderiva era sombría y cargada de solemnidad. Mientras la multitud se acercaba para rendir homenaje a la difunta, Daenys se mantenía apartada, ajena al pesar colectivo, no tenía vínculos con Laena, y su presencia allí era más por obligación que por verdadero afecto.

Sus ojos vagaron entre los rostros de la gente presente y se mantuvo en silencio, con la mente distante, su cerebro estaba más ocupado con pensamientos que no tenían nada que ver con el funeral, aún pensaba en Rhaenyra.

Estaba ansiosa por el momento en que pudiera reunirse nuevamente con su hermana, sin embargo, no era un reencuentro esperado con alegría. En su corazón, había una mezcla de nerviosismo y dolor, no era una persona que olvidará y perdonará fácilmente, el sentimiento agridulce al recordar que Rhaenyra la había dejado abandonada en Desembarco del Rey, sin una palabra de explicación, seguía ahí.

Mientras el murmullo de las oraciones y los susurros de condolencia llenaban el aire, Daenys intentaba mantener la compostura, ocultando sus propias emociones bajo una máscara de indiferencia. Pero en lo más profundo de su ser no podía evitar sentirse emocionada de ver a su hermana y sus sobrinos otra vez.

Talvez esta exagerando y probablemente su hermana mayor no le daba mayor importancia al asunto pero ella quería respuestas, no entendía porque se fue sin ella.

Entre la multitud de rostros desconocidos, Daenys finalmente divisa a sus medios hermanos, distinguiéndolos por la familiaridad de sus rasgos, pero no son ellos a quienes quiere ver, luego su mirada se detiene en Rhaenys, quien esta consolando a sus nietas, simpatiza con la pérdida de las niñas hasta cierto punto, pero Daenys no conoció a su madre, la mención de esto no tiene el peso que tendrá para las gemelas.

También vio a su padre y para su sorpresa también a su tío Daemon, su presencia le genera cierto rechazo pero tiene una idea del porqué.

Sus ojos se iluminan cuando, de repente, su mirada se encuentra con la de sus sobrinos, un nudo se forma en su garganta al ver sus jóvenes rostros, recordándole porque quiso venir aquí en primer lugar.

A pesar de su fachada de desinterés, Daenys siente un destello de alegría al verlos, la tentación de acercarse a ellos y abrazarlos es abrumadora, parpadea un par de veces, el impulso de proteger y cuidar a aquellos que ve como una extensión de su hermana siempre sigue ahí, es parte de ella.

Luchando por mantener su compostura, Daenys se promete a sí misma que no permitirá que la emoción se apodere de ella. Con pasos cuidadosos, comienza a acercarse a los niños que tanto adora, tratando de ocultar su entusiasmo detrás de una máscara de indiferencia.

Ella avanzó entre la multitud, concentrada en alcanzar a su sobrino mayor, Jacaerys. Justo cuando está a punto de llamar su atención, un repentino bullicio la hace detenerse e instintivamente voltea hacia la fuente del ruido.

Sus ojos encuentran a Rhaenyra en la distancia, y por un instante, el tiempo parece detenerse. Todo a su alrededor desaparece mientras Daenys observa a su hermana, su presencia imponente y majestuosa como siempre.

Siente como su estómago da vueltas y su boca se abre levemente, no a pasado tanto tiempo, sería una exageración decir que olvidó como se ve pero lo que si había olvidado era el efecto que su hermana tenía sobre ella cada vez que la veía, era la mujer más bella que Daenys había visto.

Ahora tiene un torbellino de emociones en la cabeza, esta atrapada entre su deseo de acercarse a Rhaenyra y confrontarla por dejarla atrás, y la necesidad de cumplir con su fachada de desinterés para seguir con su camino.

Se quedo parada en silencio y sin parapadear, se veía muy tonta ahora mismo.

Reaccionó cuando vio la mirada de Rhaenyra, una mirada que no era para ella, su boca se amargó al ver quien era el suertudo que mantenía a su hermana distraída, Daemon Targaryen.