Decisión

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El tiempo pasaba en la habitación de Draco, y el aire se cargaba de ansiedad. A pesar de la aparente calma, Sirius no podía dejar de notar la preocupación en el rostro del Smethwick. Los latidos del corazón de Draco resonaban en el cuarto, mezclándose con sus propios pensamientos tumultuosos.

De repente, la puerta se abrió con un crujido, y un hombre vestido con túnicas limpias y una barba blanquecina entró. Era William Osler un mendimago, conocido por sus habilidades en situaciones de emergencia mágica. Draco lo reconoció de inmediato como el sanador de confianza de su familia.

"Draco Malfoy, ¿verdad?" preguntó Osler, evaluando rápidamente la situación.

Draco asintió con urgencia. "Sí, soy yo. ¿Qué está sucediendo?"

El mendimago se acercó a Draco y comenzó a examinarlo con detenimiento. "Su embarazo se ha complicado más de lo esperado", dijo con seriedad. "Creo que sería prudente realizarlo ahora para evitar más complicaciones tanto para usted como para los bebés"

Sirius sintió un nudo en el estómago mientras absorbía la gravedad de las palabras del mendimago. Sabía que este momento llegaría, pero eso no evitaba que se sintiera devastado.

Draco noto la preocupación en los ojos de su esposo, le tomó la mano con suavidad. "Confía en que todo saldrá bien"

A pesar de las palabras tranquilizadoras de Draco, Sirius estaba visiblemente alterado. A pesar que asintió con determinación, su mirada reflejaba la incertidumbre que lo atenazaba.

Smethwick, en ese momento, intervino para reforzar las palabras de Draco. "Tienes un esposo fuerte, Lord Black. Estamos haciendo lo necesario para asegurar que tanto él como los bebes estén a salvo. Pero necesitamos su cooperación. Por favor, convérsenlo" después de decir eso se retiró con Osler

Draco apretó la mano de Sirius. "Debes enviarle un patronus a mis padres y a Severus para que vengan. Hoy nacerán nuestros hijos."

La impotencia se apoderó de Sirius, su mente dando vueltas en un torbellino de emociones. "Lucha, si, por favor" hizo una pausa "No puedo soportar la idea de vivir sin ti. Eres mi todo"

Draco le sonrió tristemente, su voz un susurro débil pero lleno de amor. "Escucha, Sirius. No quiero verte sufrir así. Pero si hay algo que quiero que hagas por mí. Sí no lo logró. Vive por ellos. Vive por los dos, por nosotros. Encuentra la felicidad, aunque no esté aquí."

Sirius negó con la cabeza, incapaz de aceptar la posibilidad de una vida sin Draco. "No sé si puedo. ¿Cómo puedo ser feliz si te pierdo?"

Draco acarició la mejilla de su esposo con ternura. "Porque eres fuerte. Porque mereces ser feliz. No dejes que mi partida te impida encontrar la paz."

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de Sirius mientras apoyaba la cabeza en el pecho de Draco. "Prométeme que lucharás, Draco. Por mí. Por nosotros."

Draco asintió con dificultad, sabiendo que la promesa era más complicada de cumplir de lo que parecía. "Lo intentaré, Sirius. Porque te amo."

...

Draco se encontraba en la habitación junto a Severus. Ambos magos compartían una conversación seria y cargada de solemnidad. Draco sabía perfectamente a lo que se enfrentaba y por ende quería tomar precauciones.

"Severus, lo sé. Sé que mi decisión siempre fue riesgosa, pero quiero estar seguro de que, todo lo que hice no sea en vano.Por lo tanto, si tienen que elegir entre mi vida y las de mis hijos, quiero que tú la tomes. Elígelos, esa es mi decisión", expresó con seriedad en sus ojos grises.

¿Has estado alguna vez en Estocolmo?Where stories live. Discover now