¿Has estado alguna vez en Estocolmo?

Parte 2

"¡¿Debes haberte vuelto loco?!" No sorprendió a nadie en la habitación con su reacción cuando le dijeron que se convertiría en el guardián de Draco Malfoy.

"No, Sirius" respondió Dumbledore con bastante calma.

"¿Y no podrías haberme preguntado eso?" le espetó al director. Por supuesto que no cambiaría nada en absoluto, simplemente no quería al pequeño bastardo mimado en su casa.

Eso de pasar por encima de su persona e idear un plan absolutamente brillante, que era el único que se podía considerar, como Dumbledore ya había tenido a bien dejar claro, lo enfermaba. "¡Mierda, no quiero ningún Slytherin en esta casa!" se detuvo en su furioso deambular por el comedor de la casa Black y con los hombros encorvados tratando de parecer aterrador. "Solo tiene quince años, ¡¿cómo se supone que voy a cuidar de un niño así?!"

"Pero si fuera Harry Potter, lo harías ¿no es así, Sirius?" Dumbledore dijo en voz baja, sus ojos azules brillaban con amabilidad detrás de los bordes dorados, pero Sirius pudo ver en ellos cierta alegría petulante por el triunfo que el director había logrado hasta ahora en esta conversación. Dumbledore simplemente entró en la casa, pidió un poco de té, se sentó en la silla más estable de las destartaladas y luego ignoró por completo el nervioso paseo de Black por la habitación.

"Eso es diferente," espetó Sirius, dándole la espalda a Dumbledore. "Le daría a Harry el cielo por lo que tiene que pasar con esos muggles..."

Le hubiera encantado echarle en cara a Dumbledore por qué no podía llevar a Malfoy a los Dursley y enviar a Harry aquí, pero él mismo sabía muy bien que esto era una tontería poco práctica. Le gustara o no, Harry estaba a salvo con esos muggles y eso tenía que ser una prioridad para todos ellos. Pero, ¿cómo es que el pobre hombre llega a eso? Malfoy, odiado por él, estará tirado en su sala de estar, mientras que el propio ahijado de Sirius está feliz de que le den de comer.

"Después de todo, es un mocoso mimado, un Slytherin que odia todo lo que recuerda remotamente a un Gryffindor... ¿Cómo esperas que nos llevemos bien sin maldecirnos?" preguntó Sirius un poco más conciliador. De alguna manera, desde el principio, sintió que esta batalla estaba perdida, pero su ira lo obligó a luchar de todos modos. Incluso estaba comenzando a ver la lógica en el plan de Dumbledore, pero era demasiado pronto para admitirlo, todavía necesitaba discutir por un tiempo. Para paz mental. ¡Así que si le pegaba un puñetazo en la cara pálida de Malfoy, podría lanzar un te lo dije en la cara de Dumbledore!

"Ciertamente, Sirius, espero algunos desacuerdos, pero espero que el chico continúe estudiando en Hogwarts, así que tu contacto con él no será tan intenso durante el año..." Dumbledore se desvaneció mientras continuaba sentado tranquilamente en la mesa. Su tono suave que tiende a ser irritable lo calmó, pero la perspicacia de Sirius vio un problema en el discurso de Dumbledore.

"¿Qué quieres decir? " giró sobre sus talones y miró al director directamente a los ojos. Le gustaría pensar que eso obligaría a Dumbledore a dar una respuesta honesta y concisa, pero no apostaba mucho de todos modos.

"No estoy seguro de cómo lo van a aceptar sus amigos de Slytherin después de que sus padres se escapen" Dumbledore alborotó su barba y Sirius se desmayó.

Así que no solo quiere mudar a la escoria de Slytherin aquí durante al menos dos vacaciones de verano, sino que incluso podría ver a Malfoy paseando por aquí durante el año escolar. Y no estoy seguro acerca de él... Quién sabe de qué más no está seguro el manipulador, pensó Black, pero aún vivía algo de respeto por Dumbledore en él, así que se obligó a respirar hondo y no explotar de nuevo... Pero no perdonó otra pregunta intrusiva.

"¿Y cómo sabes que él no quiere ser el heredero de Voldemort? Ya tienes una serpiente en el pecho y..."

"Sirius, me niego a discutir esto contigo", Dumbledore lo cortó rápidamente, su rostro severo. "No tengo dudas sobre la lealtad de Severus y te pido que al menos respetes eso"