Parte 6 Orgulloso y Arrogante

26 1 0
                                    


Disclaimer: Ninguno de los personajes utilizados en esta historia me pertenece, todos ellos son propiedad de Furudate Haruichi.

La primera vez que Lev besó a Yaku sintió una mezcla de emociones, vergüenza por no saber besar y alegría porque el otro no lo rechazaba, lo que a su vez le dio confianza para continuar hasta quedarse sin aire; hasta ese momento no lo había pensado, pero ver a Tetsurou besando a Kenma hizo que su cabeza se llenara con preguntas sobre qué se sentiría besar a Yaku-san.

Una de las cosas de la que estaba seguro, y aún más después del beso es que se sentía cómodo a su lado y quería compartir más tiempo junto a él.

Ansiaba compartir con él sus dudas y esperaba que el beso fuera el inicio para poder aclararlas, sin embargo, tuvo que resignarse a guardar esas dudas durante años, años en los que trató de convencerse que fue lo correcto que Morisuke no le diera importancia al beso porque solo era algo pasajero, propio de las dudas que se dan en esa etapa, que deben mantenerse como un recuerdo y nada más.

Y si bien podía enfadarse con Kuroo por incitarlos al beso no lo podía culpar del todo pues la decisión final la tomó él, entendía perfectamente ese punto, sin embargo, eso no evitaba que le respondiera cada vez que este hablaba de más.

De hecho, la posibilidad de tocar ese tema luego de tantos años no era algo que pasara por su cabeza, simplemente fue incapaz de controlar sus emociones al quedarse a solas luego de sobrepasar sus límites con el alcohol, con un par de horas de sueño era claro que sus efectos no iban a pasar, terminando por soltar todos los reproches que guardó todo ese tiempo.

Aunque Yaku se disculpó, e incluso llegó tan lejos como para tomar la iniciativa y pedirle salir, no quería hacerse ilusiones; no mentía cuando dijo que estaba feliz, más había pasado demasiado tiempo como para no intentar proteger su corazón, no soportaría ser rechazado otra vez, que diga que salir con otro hombre no era lo que imaginaba y terminara la relación.

Por eso había tomado una decisión: ir despacio, no importaba la situación, o cuanto le insistiera Yaku, irían paso a paso hasta estar completamente seguro de que no es algo pasajero.

Lo primero que hizo Morisuke al escuchar la idea, y comprobar lo determinado que estaba en cumplirlo, fue quejarse con Kenma, quien se convirtió en su mejor aliado a la hora de ganar una discusión, menos ésta donde estuvo de acuerdo con él.

Claro que Yaku sentía curiosidad por muchas cosas que averiguo sobre relaciones entre hombres, se lo había confesado en más de una ocasión, pero eso no quería decir que estaba utilizándolo, esa parte la entendía a la perfección, más no podía evitar esos pensamientos pesimistas que lo atormentaban cuando el otro se mostraba demasiado cariñoso.

Sin embargo, en estos momentos eso ya no tiene importancia, se sentía un imbécil por no aprovechar el tiempo que tuvo en sus manos y acumular más recuerdos solo los dos como pareja.

Fue orgulloso y arrogante, intentando poner a prueba el cariño de Yaku seguro que él no tenía que demostrar nada.

No podía dejar de arrepentirse cada vez que veía a esa chica cuyo nombre no recordaba, no, en realidad sí lo recordaba, pero no quería admitirlo, comportándose tan familiarmente con Yaku solo porque él está siendo un poco amable con ella.

-Se demora demasiado.

-Ya deja de exagerar Lev, has tenido esa cara de amargado toda la cena, imaginando estupidez y media, parece que vas a llorar en cualquier momento. -Tetsurou quería quejarse del medio ruso, más eso solo empeoraría la situación en la que se encontraba y trato de calmarlo.

No Tan EbrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora