LITTLE HUBBY

Capítulo 7

Sexo oral bajo el edredón, rogándole a mi esposo que use su polla para moler su coño.

Las paredes hacían juego con el escritorio y la cama, incluidas las fundas y demás, todo en azul intenso y claro intercalado con blanco, lo que daba a todo el espacio un aspecto limpio. No había decoraciones innecesarias en la habitación, y lo único que había en la estantería además de los libros eran algunas figuras de anime, y todas eran personajes muy masculinos, Wang Yibo entrecerró los ojos, no le gustaba ver anime, como mucho conocía a Sakuragi Hanamichi que tiraba a canasta.

Xiao Zhan estaba dormido bajo la suave manta, con la boca y el ceño fruncido. Wang Yibo se inclinó, dudó y no lo despertó, se quitó la chaqueta y las zapatillas y durmió a su lado.

Xiao Zhan ni siquiera sabía cuándo se había quedado dormido y todavía estaba un poco confuso cuando se despertó, entonces vio al hombre que estaba tumbado a su lado, respirando de manera uniforme, con unas cejas bonitas y un brazo alrededor de su cintura.

Xiao Zhan se acercó un poco más a él y pudo oler su cuerpo, era un olor muy agradable, mezclado con un poco de olor a gel de ducha, que lo hizo un poco adicto.

Aunque no entendía cuando estaba acostado a su lado, Xiao Zhan no iba a renunciar a esta oportunidad. Había pensado en ello, no importaba los sentimientos que Wang Yibo todavía tuviera por su hermana ahora, ya que estaba casado con él, no lo dejaría ir fácilmente, e incluso si Wang Yibo se arrepintiera, seguiría jugando el truco para mantener a este hombre cerca y encontrar una manera de hacer que se enamore de sí mismo de nuevo.

Xiao Zhan tenía un temperamento tan suave y a veces era increíblemente testarudo que sus padres a menudo no entendían lo que su pequeña mente estaba pensando.

Se coló bajo las sábanas, empujó el cuerpo del hombre hasta dejarlo en posición horizontal y luego tanteo para desabrocharle el cinturón. La falta de oxígeno bajo las sábanas lo obligó a levantar una esquina para que el aire pudiera circular.

Bajando la cremallera, Xiao Zhan se movió con cuidado, temiendo que Wang Yibo se despertara antes de poder terminar. Tocó la masa de buen tamaño que estaba encerrada en su ropa interior, e incluso en su estado aún adormecido fue suficiente para que Xiao Zhan se maravillara de su inmensidad.

Primero olió el lugar como un demente, no había ningún olor extraño, tomó el órgano sexual en su mano y abrió la boca para tomar la mitad del glande y el tallo aún flácidos.

El suave tacto le provocó un torrente de nuevas sensaciones, mientras su cuerpo ardía al instante, siempre era fácil que se le humedecieran los ojos sólo de pensar en lo que estaba haciendo y para quién lo estaba haciendo. La punta de su lengua lamió la suave piel una y otra vez, humedeciéndola con saliva, sintiendo cómo se hinchaba poco a poco y, finalmente, su boca simplemente no podía envolverla en general, estando estirada hasta el punto de no tener ningún hueco.

Xiao Zhan, sin embargo, no estaba convencido y retrocedió un poco, respirando profundamente antes de tragar la dura e hinchada vara un poco más profundamente, hasta que tocó su pequeña lengua y entonces tuvo que parar, escupiendo un poco y tragando de nuevo.

Xiao Zhan dudaba de que tuviera algún talento para el sexo oral, y se preguntaba cómo lo conseguían en esas películas en las que se tragaba todo el órgano sexual por completo; sólo tragaba una pequeña cantidad antes de no poder meterla del todo, el glande siempre tocaba la parte posterior de su garganta y lo hacía sentir ganas de vomitar. Tuvo que renunciar a ello y escupir el sexo, pasando la lengua por aquellas gruesas venas una y otra vez, incluso por las raíces hasta mojarlas, notando finalmente los dos pesados sacos, dudando, abriendo la boca y succionándolos.