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─chicos, espero que no les joda, pero invité a una amiga─ anunció Mati después de escuchar el timbre y que todos lo miraran confundidos, supuestamente ya no faltaba nadie.
Habían organizado una peña de último momento y esta vez no sólo había ido el elenco en sí, sino que la mayoría había llegado con sus parejas. Excepto por Matias, ya que Malena estaba de viaje en Europa, y Enzo, que estaba solo.
─mejor, sino no hay chance de terminarnos toda la comida que hicimos─ respondió Pipe y se mandó un largo trago de la cerveza en su mano.
Cuando Matias abrió la puerta, sonrió enormemente al ver a su amiga del otro lado. Apenas pudo decir algo antes de que ella saltara sobre él, abrazándolo con fuerza. Se habían extrañado mucho después de no verse por años.
─tanto tiempo─
─te extrañé, Mati─
Se habían conocido en una obra de teatro donde ambos participaron. Posteriormente, mientras Mati decidió dedicarse más a la televisión, ella decidió continuar con los teatros, llegando a actuar en el exterior, lejos de todos sus conocidos. Pero aún así su amistad se mantuvo.
─veni, pasa. Justo invité unos amigos y quiero que los conozcas─ Mati la tomó de la mano y cerró la puerta de la casa, guiándola hacia el comedor.
Cada vez se acercaban más a las risas y el bullicio de muchas voces y Verónica se sintió algo abrumada, si bien estaba acostumbrada a actuar frente a miles de personas, conocer gente nueva siempre le daba vergüenza.
Llegaron al comedor y todos les prestaron atención al instante, capaz que por la cara nueva que veían o por la botella de Champán en su mano.
─chicos, ella es Vero─
─hola, Vero─ saludaron todos al mismo tiempo, parecían los tiburones de Buscando a Nemo.
─hola─ ella mostró una sonrisa llena de dulzura y el ambiente dejó de sentirse tan tenso bajo su perspectiva.
─me vino a visitar, así que más vale que no me la asusten─ era gracioso que Matias hablaba como si se tratara de su hermano mayor, cuando ella tenía algunos años más que él y le sacaba un par de centímetros de altura.
─trajo Champán, así que nos vamos a llevar re bien─ dijo Simón y todos concordaron con él.
Todos excepto Enzo, quien se había mantenido en silencio todo el tiempo mientras sentía que el corazón se le iba a escapar del pecho. Cuando Mati habló de una amiga, jamás se imaginó que podía tratarse de Verónica.
Verónica, su Verónica. La que había conocido detrás del telón luego de actuar en diversas obras juntos. Aún recordaba la suavidad de su piel o lo dulce de sus besos, pero sin dudas no recordaba lo mucho que su belleza le robaba el aliento cada vez que la veía.
