OO5. en un mundo de chicos, él es un caballero

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Cerré la puerta detrás de mi, al instante me saqué los zapatos de tacón que me estaban rompiendo los pies, y tiré mi bolso por ahí

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Cerré la puerta detrás de mi, al instante me saqué los zapatos de tacón que me estaban rompiendo los pies, y tiré mi bolso por ahí. Hoy más que nunca estaba agotada después de trabajar todo el día en tribunales. No podía pensar en otra cosa más que en dormir por todo un día de corrido.

─¿amor?─ la voz de Enzo se hizo escuchar por el departamento antes de aparecer desde el umbral de la cocina. Sonrió con cariño al verme, seguramente se dio cuenta de las enormes ojeras bajo mis ojos, y se acercó para abrazarme, sosteniendo mi cabeza contra su pecho mientras su mano hacía caricias en mi cabello ─hola, mi vida ¿cómo te fue?─

─bien, pero estoy muerta─ respondí inundandome de su aroma. Estaba tan lindo esa tarde, sabía que se había arreglado para una de sus entrevistas virtuales, y me causaba una hermosa sensación llena de amor verlo tan feliz y satisfecho con su trabajo.

Lo oí soltar una risa ligera antes de dejar un beso en mi frente.

─¿mucho trabajo?─

─si─ asentí desganada y me separé de su abrazo para tirarme sobre el sillón, dejando caer todo mi peso como si fuera una bolsa de papa ─¿cómo te fue en tu entrevista?─

─buenísima, las preguntas que me hicieron me encantaron─

Lo observé meterse en la cocina y aparecer unos minutos después con un plato hondo en cada mano. Los dejó sobre la mesa frente al sillón y al instante el aroma a verdura llegó a mi nariz. Suspiré mientras me sentaba, mirándolo tomar asiento a mi lado luego de dejar dos vasos de agua junto a los platos.

─me dio por preparar sopa de verduras porque sé que te encanta, y como últimamente tenes mucho laburo...no sé, quería hacerte sentir mejor─ se encogió de hombros mientras hablaba con cierta timidez. Enzo tenía facilidad con las palabras, su léxico me sorprendía todos los días, pero cuando debía hablar en momentos como ese, donde sus sentimientos estaban a flor de piel, la timidez le ganaba.

─tiene un olor riquísimo─ me acerqué para besar su mejilla y él sonrió ─gracias─

Y le agradecía de corazón, porque Enzo no se llevaba demasiado bien con la cocina. Normalmente era yo quien se encargaba de cocinar, me encantaba hacerlo y ver su cara de satisfacción al probar mis platos, pero últimamente no tenía energías ni para eso.

─por vos cualquier cosa─ respondió ─pero antes de agradecerme, probala. Quiero saber si no me fui al pasto con la sal─

Solté una breve risa y tomé el plato para ponerlo sobre mis piernas. Llevé la cuchara bien cargada a mi boca y saboree la preparación de mi novio.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ ENZO VOGRINCIC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora