[Es el río de la muerte… … .]
Hiron, que escuchó todo lo que dijo Saladino, agitó la cola y dijo.
[Es un lugar al que los humanos no pueden atreverse a ir.]
Volvió a mirar a Pieton y dijo. Karina también asintió como si estuviera de acuerdo.
“Sería mejor para Pieton estar afuera con otros magos. Recibe la piedra de disformidad hasta el fin del mundo de manos de Saladino y guárdala para guardarla. "Si surge un problema, se abre la puerta warp".
"Lo haré."
"bueno."
Dejando atrás a Pieton y Saladin, quienes respondieron a su vez, Karina miró a Reneger.
"Y Renéger".
(Renegar va con él.)
¿qué?
Karina frunció el ceño.
"¿por qué?"
[¿Por qué harías eso? Es beneficioso llevar a ese tipo contigo, ¿verdad?]
“Renegade también es humano. "Tú fuiste quien dijo que era un lugar al que ningún humano podría atreverse a ir".
Karina habló con molestia, pero Hiron no dio marcha atrás.
[Después de todo, ¿no fue una vez al Río de la Muerte? Y dicen que no sé cómo regresaron.]
"eso."
[Lo descubrirás con seguridad esta vez.]
Karina también tenía curiosidad por saber cómo Reneger regresó de allí.
Si usó el poder de un dios, tenía curiosidad por saber cómo lo usaba.
pero.
“¿Es tan importante?”
Fue sólo curiosidad. No es algo lo suficientemente importante como para cambiar su vida.
“Realmente no importa, ¿verdad? "No quiero ir con Reneger".
[Karina.]
Hiron negó con la cabeza y dijo.
[Sé que estás preocupado, pero tenemos que ir juntos.]
"pero."
"Karina."
Fue Reneger quien intervino en su conversación.
Reneger colocó su mano sobre el dorso de la mano de Carina.
"Voy a ir."
Sus manos, sin el menor temblor, parecían revelar su fuerte corazón.
"No quiero estar lejos de ti."
El niño que dice eso dijo antes que me daría todas sus fuerzas.
Pensé que era una contradicción.
Estas son palabras que no encajan.
Karina miró alternativamente a Reneger y Heeron.
Hay algo entre los dos.
Ella entrecerró los ojos.
"No sé qué están planeando ustedes dos".
Dijo Karina quitando la mano de Reneger de donde estaba tocando.
“No me quedaré en silencio”.
Luego, de repente, se puso de pie. Habla sin siquiera mirar a Reneger.
“Salgamos por la noche. Saladino prepara la puerta”.
Reneger sonrió amargamente ante la actitud de Karina.
