Antes de que salga el sol todavía.
El límite entre la noche y la mañana. El límite entre un día y otro.
Me gustó porque parecía que era la frontera entre la muerte y la vida.
Extendió sus alas de color negro azabache. voló alto. Volé continuamente a través de la niebla de la mañana.
Heeron se quedó en casa.
Esto se debe a que tenía que haber vigilancia para que Renéger no pudiera escapar.
Aunque había puesto una barrera en casa, me sentí tranquilo sabiendo que Heeron estaba allí.
No importa lo opuesto que sea a Hiron, no hay nada que Reneger pueda hacer cuando está gravemente herido.
'... … Renéger Latem.
No me gustaba la idea de dudar de todo, pero lo entendí hasta cierto punto.
Porque fui un asesino que mató a mis compañeros delante de él.
Estaba claro que incluso decirle que mostrara favor era ridículo.
No quiero su favor. Sólo espero que reciban tratamiento y se vayan.
La vida de Reneger no duró mucho.
Estaba claro que si usaba la espada sagrada un par de veces más, moriría.
Pero no quiero que mueras a mi lado.
Como en el original, tuvo que morir a manos de Jail.
Sólo entonces arderá el deseo de venganza del protagonista contra Ja-il.
Sé dónde atacarán y destruirán los Apokalitas en el futuro. Lo mismo ocurrió con Zile.
Si empujas a Renegar cuando Zyle ataca a los humanos, morirá solo.
Puede que sea cruel, pero no se puede evitar.
Porque teníamos que evitar que se distorsionara el contenido del original. Para que Apokalita caiga.
Tsk. Chasqueé mi lengua brevemente y dejé de volar. Y me senté con ligereza sobre la madera endurecida y quemada. Cayeron cenizas negras y desmoronadas.
La escena ante mis ojos era bastante inquietante. No, para ser precisos, estaba en un estado miserable, como si estuviera mirando un mundo destruido.
La torre mágica se derrumbó y había cadáveres por todos lados. Los monstruos pululaban alrededor de la llama blanca pura que no se extinguía.
Esto es obviamente... … .
"Es Saladino".
El hecho de que el niño ya hubiera crecido tanto me hizo preguntarme cómo había pasado el tiempo.
Miré alrededor. Era difícil encontrar un cuerpo que pareciera saludable.
Pero estuvo bien. Incluso si sólo quedan huesos, se les puede quitar su fuerza.
Eso pensé y salté. No, estaba intentando saltar.
“¡Penélope!”
Se escuchó una voz desconocida. Rápidamente volví la cabeza.
Más allá de las llamas de un blanco puro, se veían dos personas. Intenté ocultar mi presencia tanto como fuera posible y me concentré en ellos.
"¡A dónde diablos vas!"
La voz de un hombre sonó fuerte.
Aunque gritaba, no era amenazante. Fue un grito lleno de preocupación.
