¿Qué debo hacer con esto?
Murmuré mientras miraba mi casa, mi habitación y al hombre acostado en mi cama.
¿Qué debería hacer realmente?
Me toqué la frente. Sentí calor. Sentí como si mi sangre saliera corriendo debido a la situación repentina. La herida en la nuca me dolía.
[¿Por qué trajiste a esta persona aquí?]
Dijo Hiron mientras rodeaba al hombre. Me presioné las sienes y suspiré.
"Soy el dueño de la espada sagrada".
[Bien. … … ¿qué?]
Hiron levantó la cabeza. Y luego se acercó al rostro del hombre. Parecía estar examinando cada faceta.
También miré al hombre sin comprender.
Su brillante cabello platino y su piel blanca transparente revelaban claramente su título de Caballero Sagrado.
Pero eso no significa que fuera una buena impresión.
Los párpados profundos estaban algo sombreados, e incluso cuando los ojos estaban cerrados, los ojos grandes y distintos estaban ligeramente elevados, dando una mirada aguda.
Además, la nariz fina y alta y la mandíbula afilada aumentaban la sensación de frescura.
Lo único que da una impresión suave son los labios con las puntas levantadas.
Aunque tenía una apariencia tan fría, su belleza no cambió. Era un rostro perfecto sin un solo defecto, como si hubiera sido creado por Dios.
entonces.
Estaba acostumbrado a ello. Porque no hay manera de que pueda olvidar a una persona con una cara como esta.
He conocido a este hombre. Incluso desde lejos, he estado observando a este hombre.
"Durante la Primera Guerra Shinma".
La visión de él corriendo hacia Apokalita, cubierto de sangre, todavía era vívida.
Ante mis ojos apareció la terrible imagen de alguien que no temía su propia muerte y sólo apuntaba a cortar las cabezas de sus enemigos.
Aun así, en ese momento me sentía como un joven que no podía quitarse su apariencia juvenil. ¿Cuándo se volvió tan grande?
Después de todo, los humanos crecen en un abrir y cerrar de ojos. Desafortunadamente.
[¡No! ¡Entonces te mataré! ¿Por qué estás sentado ahí salvándome?]
Ante el grito de Hiron, el no-muerto que estaba limpiando la sangre del hombre se estremeció. Luego me miró con los ojos vacíos. Agité mi mano.
“Es porque es complicado. "Continuar el tratamiento".
Tuve un terrible dolor de cabeza. Presioné mi frente.
[¿Es complicado? ¿Hay una razón?]
Hiron dejó de observar al hombre y se arrastró hacia mí. Respondí extendiendo mi mano hacia él.
"Si mueres ante mis ojos, habrá alguien que vendrá tras de mí".
[¿qué?]
"Incluso si muere, tiene que ir a otro lugar para morir, este".
Hiron chasqueó la lengua como si no entendiera.
Pero no le expliqué más. De todos modos, era obvio que aunque lo dijera, no lo entenderían.
