dieciocho

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11/07/2022

LORNA

Me despertó el infumable sonido del celular, ¿a qué hijo de puta se le ocurre llamarme a las cinco de la mañana? Renegué, pero a pesar de toda la mala gana del mundo terminé dando vuelta el celular para ver quién era el forro. Fed 🙃 leía la pantalla de mi celular, ¿qué le pintó a este? Con un poco menos de mala onda, decidí contestar su llamado, preocupándome al soli escuchar una respiración agitada e irregular del otro lado.

¿Fede estás ahí?—pregunté esperando que alguna voz suplante las inhalaciones y exhalaciones—. ¿Pasó algo que me llamaste?

En mi voz se notaba lo dormida que estaba, poco más y me salía un ronquido.

Tengo la sensación de que hoy debuto en primera Lo—me dijo como si fuese una noticia horrible.

Le diría "¿Enserio? ¡Qué bueno Fe!" pero por la forma en la que lo dice es obvio que a él no le parece tan bueno.

—Ok, ¿y qué te hace sentir eso?—pregunté tratando de mantener un tono de voz calmo.

Esperé unos minutos antes de volver a escuchar su voz, alrededor de seis en los cuales solo oía su intento de tranquilizar su respiración.

—Federico Redondo, como todo "hijo de", es para sorpresa de nadie una decepción deportiva—hizo como que citaba a un periodista, su voz entrecortada por moqueos—. Si hoy se llega a dar que entro a la cancha y no soy igual de bueno que papá, ¿qué me queda ser, Lo? Mi vida se reduce a esto, a correr atrás de esa pelotita, porque mi papá me trasmitió esa pasión. ¿Qué pasa si no soy lo que ellos esperan?

No era la primer vez que me comentaba sobre estas preocupaciones, las tiene desde que empezó a jugar en Argentinos, pero conforme se fue poniendo más serio respecto al deporte más empeoraban estos pensamientos que luego se transformaron en episodios. Nunca había sido tan . . . así, de todas formas. La respiración ansiosa, el ritmo desesperado, el  impalpable llanto, nunca habían sido tan fuertes.

—Okey, okey, quiero que respires conmigo, ¿dale?—fue lo primero que se me ocurrió para calmarlo, siempre todo el mundo habla de lo buenas que son las respiraciones profundas—. A ver, inhala—fui acompañado—, y exhala.

Repetí las secuencia las veces que fue necesario, tanto que perdí la cuenta. Una vez que lo escuché con un ritmo no tan preocupante, me enfoqué en lo que me contó.

—'Cuchame, todos los sentimientos que tenes ahora son completamente entendibles—empecé sin planear mucho lo que iba a decir, esto podía salir de diez o para el reverendo ojete—. Quiero decir, no es como si yo pasase por lo que estás pasando vos, pero diría que me gusta bastante mantenerme informada, y no sos el primer "hijo de" que existe en el planeta, ¿no? Quiero decir, hasta Jesús en su momento fue "hijo de Dios", por algo estaban todo el día con ganas de matarlo, o algo así nos enseñó catequesis de primaria—lo escuché soltar una solitaria carcajada—. A lo que voy es que hubieron miles antes que vos que pasaron por esto, aveces ni nos damos cuenta del nepotismo que hay en el mundo de la fama, lo que hace triunfar a la gente ya no es quién es su papá, un equipo de una de las ligas más competitivas del mundo no va a debutar a cualquiera—apreté el botón para que se vuelva una videollamada, ya se me hacía raro no verle la cara, inhumano.

Por suerte me la aceptó, su cara de dormido ahora iluminaba mi pantalla. A pesar de la mala calidad de la cámara y la poca luz, pude ver las marcas de lágrimas que recorrían sus mejillas.

—Lo más importante acá es que vos entiendas que tu éxito, por default, va a siempre ser comparado al de tu papá—tampoco le voy a decir cosas que no son—. Pero también está en vos hacer tu propio camino y comprender que no tenes porque conformarte con la sombra de tu papá. No me malinterpretes, Fernando fue un jugadorazo, pero vos también lo sos y estoy más que segura que vas a alcanzar un montón de cosas, que capaz sean distintas a las que alcanzó tu viejo, pero para mí van a ser igual de impresionantes—el puchero que tenía en la cara me rompía el alma, pero por suerte ya estaba casi del todo calmo—. Fe, sos un jugador excepcional, sino ni te pediría el hincha de argentinos. Más importante de todo, siempre vas a ser mi futbolista favorito, por más de que sea de river.

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