44 ⌘ El Nuevo Tutor

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—Que grosero soy —James resopló, fingiendo vergüenza—. Buenos días, Anna, Arizona, capitán. ¿Cómo pasaron las fiestas?

—Creo que todos pasamos unas agradables vacaciones —Anna respondió, girándose con el ceño marcado en su frente—. Mejor cuéntanos como te fue en Londres.

—De último momento mis padres decidieron pasar las festividades en Sacramento, así que no salí del país.

—Una llamada no hubiera estado de más —murmuró Anna de mala gana.

James la miró de nuevo, y Alek tuvo que poner los ojos en blanco cuando James sonrió de soslayo, estirando la mano para pasar un mechón de cabello que se le escapaba hacia el rostro de Anna por detrás de su oído.

—Lo lamento, Anna. Creí que tendrías planes de salir con tus amigos y no quise interponerme.

Fue evidente como Anna tembló cuando lo miró a los ojos, sonriendo como una tonta ante la caricia de James.

Alek arqueó una ceja, poco impresionado. Solo esperaba que él no se viera tan ridículo como su amiga cuando le sonreía a Tai.

—En otras noticias —James se giró para mirar a Alek, descolocándolo al ser abordado por su atención—, ya que Andrew será ahora el capitán del equipo de natación, fui promovido como sub-capitán. Así que creo que ya no es conveniente llamarte capitán, Alek.

A Alek le importaba un comino el título que le pusieran. A final de cuentas, no era como si lo hubieran degradado. Por eso se encogió de hombros. Ni siquiera se dignó a responder el claro desplante de superioridad que James quería demostrarle. No era como si dejar de ser capitán pudiera ganarle a ser parte del equipo nacional de Estados Unidos, pero eso no se lo iba a decir a James.

—¿Es en serio? —Anna dijo con singular alegría, colgándose del brazo de James—. ¡Eso es genial, James! ¡Felicidades!

James ya no pudo contestarle, porque un hombre diferente al profesor Lewis ingresó al salón para colocarse en el escritorio principal. Tenía el cabello casi blanco, cejas pobladas y una barbilla angular, delineada por unas largas patillas. Su vestimenta era anticuada, empezando por la camisa blanca bajo el saco del uniforme, de la que se desprendía un horrible corbatín con olanes.

La clase se quedó en silencio mientras el hombre examinaba cada uno de los rostros que tenía frente a él. Alek bien pudo jurar que sus ojos oscuros se endurecieron cuando los entrecerró de manera analítica al llegar a su lugar.

—Shakespeare llamó —Arizona murmuró en voz baja de la manera más discreta posible—, quiere que le regresen su atuendo.

Anna apenas pudo aguantar la risa detrás de ellos, pero Alek pasó saliva cuando los ojos del profesor continuaron su camino por el salón.

—Buenos días, estudiantes —el hombre cruzó sus brazos tras su espalda, respingando la nariz hacia el aire en actitud autoritaria—. Mi nombre es Arian Armstrong. Seré su nuevo maestro tutor durante este semestre, por lo que espero resultar favorecedor para su educación.

El profesor Arian se detuvo cuando Ben levantó la mano para interrumpirlo.

—¿Qué pasó con el profesor Lewis?

—Arthur Lewis fue transferido a otra institución gracias a sus logros académicos —el profesor Arian ni siquiera se inmutó cuando el murmullo se hizo presente, siempre mirando al frente—. Pero no tienen de qué preocuparse. Puedo ser igual de competente, o incluso mejor que su antiguo tutor. Ahora, tengo entendido que la señorita Nazarova estará ausente los próximos días. Necesitaré a un voluntario para hacerle llegar la información que estaremos revisando esta semana.

La Historia Entre Los Dos [Libro #1]Where stories live. Discover now