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Freminet había recibido otra carta en el mismo lugar que la última vez, pero está sí estaba firmada...

"Tú admirador secreto ♡"

Freminet no pudo evitar suspirar y taparse el rostro de la vergüenza que le generaba todo esto, parecía que estaba viviendo un romance de esos libros modernos que leían sus compañeras...
Freminet volvió a tomar la carta y se quedó analizándola, sabía que era un chico por como firmo al último y que al parecer era uno de su salón, en la carta pedía disculpas por no haberle puesto ningún nombre, letra o algo que le diera indicio de quien podría ser... aunque un "tu admirador secreto" no le haría adivinar tan fácil de quien se podría tratar.

El chico volvió a guardar el pequeño papel en su libro y se sentó en su escritorio donde se quedó pensando en quién podría ser por un largo rato... no tenía de ningún amigo para sospechar y de su propio salón menos, prácticamente no hablaba con nadie de ahí...
Aunque, a lo mucho podría decir que con Gaming, el chico que se sentaba detrás de él, pero era imposible eso... Gaming solamente le hablaba para preguntarle cosas de la clase y pedirles cosas como algún lápiz o goma.

Freminet siguió reflexionando todas sus opciones, y cree que la más posible es que sea un juego de sus hermanos... únicamente a ellos se les ocurriría hacer todo eso para que Freminet tuviera todo tipo de experiencia en su solitaria vida.
Sonrió ligeramente y se reenclino sobre su silla, no quería admitir que ese pensamiento lo hacía sentir un poco miserable, ¿sus hermanos creían que nadie lo amaría de verdad algún día...?

—¿Fremi? ¿Sucede algo?

Freminet se asustó al oír la voz de Gaming detrás suyo, soltó un pequeño grito y volteó a verlo un poco nervioso, tenía miedo de que el chico notará sobre su estado de humor y le comenzará a hacer preguntas incómodas.

—¡N-No! Todo bien... ¿por qué? — preguntó Freminet mientras seguia con la mirada a Gaming, el chico se levantó de su lugar para mover su silla a lado de él.

—No es por nada, es que solo te vi muy quieto y pensativo, y ahora que veo tienes los ojos un poco lagrimosos... entonces estuve bien en preocuparme —dijo Gaming con una pequeña sonrisa mientras se sentaba en la silla y se acercaba un poco a Freminet—. ¿Seguro que estás bien?

—S-sí...

Gaming se le quedó viendo un poco, algo le estaba ocultando... ¿quizás Freminet ya sabía que él era el de las cartas? no... no había forma, se esforzó mucho en cambiar por completo su caligrafía para que el chico no lo notará tan fácilmente y ha tenido cuidado en todas las veces para poner sus cartas debajo de su escritorio... de todos modos, Freminet no se veía tan bien como él decía... no podía dejar pasar esto.

—Me alegra eso, pero no puedo evitar preocuparme, ¿sabes? —habló Gaming alejándose un poco del chico para darle su espacio—. Estar solo nos hace pensar mucho... así que, tenía algo de miedo de que te encerraras solo con tus pensamientos.

Freminet asintió tímidamente con la cabeza y jugó nerviosamente con sus manos, hablar con gente que no fuera sus hermanos era algo difícil para él... y más si esa gente le mostraba su preocupación, no quería molestar a nadie que no fuera de su confianza con sus dramas, trago saliva y pensó rápidamente en una respuesta para el chico que lo estaba mirando fijamente.

—Supongo que sí... aunque disfruto un poco la soledad... —respondió Freminet, no estaba seguro si está era la forma correcta de responder algo así pero ya lo había dicho—. Me da tiempo para leer sobre pingüinos...

—¿En serio? ¿Te gustan los pingüinos? —preguntó alegremente Gaming mientras se inclinaba más cerca de nuevo al chico como señal de que estaba dispuesto a escuchar todo lo que le tenia por decir—. Yo soy más fan de los leones, pero los pingüinos también son lindos... ¡Cuéntame más!

—¿Hablas en se...? —Freminet se quedó callado a ver la expresión de Gaming, tenía una sonrisa linda en su cara y una mirada emocionada que le hacía entender que estaba interesado en lo que sea que le fuera decir, Freminet no pudo evitar sonrojarse un poco y ponerse nervioso pero por suerte eso no le impidió de seguir hablando—. B-Bueno... ¿Con que podría empezar? Sabias que los pingüinos...

Los dos chicos pasaron la hora libre charlando sobre sus animales favoritos, haciendo chistes y contándose datos curiosos.

Gaming estaba emocionado de haber logrado hablar más con el chico que le gustaba, y Freminet estaba feliz de haber conseguido su primer amigo de secundaria.

Cartas [Gaminet]On viuen les histories. Descobreix ara