Cartas [Gaminet]

~11~

Freminet se sentó rápidamente en la cama, su corazón estaba latiendo con fuerza y su pulso temblaba bastante.

El chico aún no lo creía de todo, tenía en la primera carta de todas la clara pista de quien podría ser... no podía hacerse el tonto con esto, siempre se trato de su amigo Gaming.
Sin dejar pasar un segundo más, tomó su teléfono y le escribió
por supuesto que no contesto, era un poco tarde ya, le dejo algunos mensajes y se acostó en su cama, esperando poder conciliar bien el sueño.

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Bip bip

—Uhh...

Gaming soltó un pequeño quejido antes de mover su mano para apagar la alarma de su teléfono, ya que lo habían suspendido por un día en la escuela, aprovecho para dormir... ayer no había sido su día, la pelea le dejó con un terrible dolor de cabeza y estómago, esos idiotas sabían sobre su secreto y si no fuera ya suficiente era la portada del periódico escolar junto a ellos.

Se sentó en su cama y soltó un largo bostezo, tendría que estar pidiéndole las actividades de hoy a Freminet... desbloqueó su teléfono y notó que en la aplicación de mensajes tenía bastantes notificaciones por parte del chico rubio, entró rápidamente a ver un poco asustado de que le hubiera pasado algo mientras dormía.

"Ggaggamijt
Gammignng
Gnfnnaigj
Gaming*
Esstjwqas edesfpkierto?
Nebrhxesito ghabnlar cpontitjgo"

Esos habían sido de anoche...

"¿Vas a venir a la escuela hoy?"

Y ese había sido a la mañana, unos minutos antes de la hora de entrada...
Se le había olvidado decirle sobre su suspensión

"No, me suspendieron por hoy así que... pasame las cosas luego
Sí?
Te pagaré con comida!"

Justo cuando Gaming iba a apagar el teléfono para estirarse, salió un nuevo mensaje de Freminet.

"Esta bien, ¿podemos vernos hoy?"

—Oh...

El rostro de Gaming se puso rojo en un instante, se acostó de nuevo en su cama y empezó a rodar en ella mientras se reía como un tonto enamorado... lo era.
Levantó su teléfono para responderle a Freminet.

"Sí! Ahí te envío mi ubicación y vienes"

Gaming le envió su dirección a Freminet y empezó a preparar todo bastante emocionado.
Pero Freminet nunca llegó.
No fue hasta que pasó una hora de que le llegó un mensaje del chico sobre que se había enfermado y lo tuvieron que retirar de la escuela.

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Freminet se encontraba en su cama, tapado con todo tipo de sábana y una toalla húmeda en su frente destapada, le daba algo de vergüenza tenerla a descubierto pero estaba solo de todas formas...
O eso fue hasta que alguien toco la puerta de su habitación.

—¿Quien es?... —dijo débilmente Freminet.

—Freminet, llegó este chico a decir que era tu amigo y que quería verte —respondió Arlecchino al otro lado de la puerta.

—Me llamo Gaming...

—Dice que se llama Gaming.

—Gaming... —repitió Freminet antes de toser un poco y volver a hablar—. Déjalo entrar...