AMANTES

03

Ishani Cross 

Leo el mensaje antes de cerrar la aplicación, sin responder.

Mejor así. Me digo.

Suspiro estirando las piernas sobre la mesita frente a mi mientras termino el trago de vino.

Se supone que tengo una semana libre y ya empiezan los mensajes atosigantes. Que fastidio.

Hace dos días que Zade y yo llegamos al hotel y he estado turisteando todo lo puedo. Poco he estado dentro del hotel, así que hoy decidí descansar un poco. Mañana saldré un rato de compras ya que mi armario lo amerita.

Relajo mi cuerpo mientras el teléfono vuelve a sonar. Lo ignoro y tomo una revista.

La puerta de la suite se abre y no necesito mirar para saber quién es.

Ignoro a la persona sin apartar la vista de la revista. Escucho como se sirve un trago y yo me meto unas uvas a la boca.

De reojo noto como afloja su corbata y toma asiento en el mueble frente a mí. Suspira pesadamente cerrando los ojos.

- supongo que es aquí donde pregunto ¿qué paso? - digo mientras ojeo la revista.

-supones mal- contesta condescendiente.

El silencio inunda el espacio y paso la página, aunque en realidad no este viendo nada.

Escucho que chasquea la lengua y de reojo veo como se enciende la pantalla del celular con la llamada entrante de su amada esposa.

-¿no encuentra un mejor pasatiempo que acosarte? - me burlo- pensé que tenía suficiente con tener tu apellido y joderte en tu casa.

-cierra la puta boca- espeta y sonrío. Me gusta joderlo. Ignora el celular, apagándolo y metiéndoselo en el bolsillo del pantalón.

Se levanta quitándose la camisa. Se que me mira y yo sigo ignorándolo. Termino rodando los ojos cuando me lanza su camisa a la cara y se va.

Maldito idiota.

La puerta de su habitación se cierra de un portazo y yo me levanto. Camino hasta el pequeño minibar y me sirvo una copa de vino. Bebo un sorbo y... Delicioso. Tomo lo camisa y vierto la copa sobre ella. Magnifico.

Dejo la copa y camino hasta las habitaciones, entro en la de Zade y el sonido de la ducha me confirma lo que suponía.

Paso y lo veo de espaldas tomando un baño.

-aquí tienes- le tiro su pertenencia.

Me mira sobre su hombro y le da un vistazo a la camisa a sus pies manchada de rojo. Su mandíbula se tensa y me fulmina con la mirada.

Poco me interesa que este que este desnudo, y aunque mi mirada se desliza por su musculosa espalda, me fino en sus ojos cuando ve me como si me quisiera matar.

-siempre es un placer- le sonrío burlona y me doy media vuelta saliendo de allí.

Voy por la revista, mi celular y unos bocadillos para meterme en mi habitación. No estoy para jueguitos absurdos.

Mi teléfono vuelve a vibras y ruedo los ojos, aburrida.

Contéstame, por favor.

Es uno de los mensajes.

Déjame explicarte las cosas, no es lo que crees.

Claro, como si tener una foto de tu novio y tu supuesta amiga desnudos en la misma cama no fuera nada.