CAPITULO 16

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LEAH.

Tengo mucho miedo de subirme al caballo yo sola, de tener que manejarlo por mi cuenta, y si muero quiero que mis abuelos se queden con la mitad de la herencia que me heredaran mis padres.

Lo haré por mis abuelos, para verlos felices, y también a Billy que parece hacerlo feliz ayudarme.

—Listo, te enseñaré a subirte a la silla, no es muy difícil pero necesitas de fuerza, ¿la tienes?

—Claro que sí.

—Entonces ven aquí, te ayudaré—me pongo a su lado— vas a poner tu pie en este lugar, se llama estribo... — hago lo que dice mientras me sostengo de la montura para no caerme— te agarras de donde puedas para poder pasar el pie sobre Pretzel y poder sentarte. Intentalo.

Doy un pequeño brinco muy segura de que lo lograré a la primera, pero lo único que logro es casi caerme.

—¿No es que tenías mucha fuerza?— sonríe con burla.

—Pues creí que era fácil.

—Ven que te ayudo— murmura para luego poner sus manos en mi cintura como si fuéramos una pareja o algo parecido.

—Que conveniente que me tengas que ayudar poniendo las manos ahí...

—¿Entonces de dónde te tomo?

—De la mano.

—No será igual, si te tomo de la cintura prácticamente te cargaré y será más fácil, de la mano toda la fuerza la tendrás que poner tú.

—De la mano.

Gira los ojos y toma mi mano, lo vuelvo a intentar y vuelvo a fallar como hace rato. Volteo a verlo frustrada viendo cómo sonríe con burla.

—Okay, lo haremos como dices tú.

No me gusta nada darle la razón, y menos porque siempre sonríe burlándose de mí. Detestable.

A los pocos segundos de darle la razón siento sus manos tomar con fuerza mi cintura, lo que provoca que mis nervios ya no sean por morir por culpa de un caballo, sino por este vaquero malditamente atractivo.

—Uno, dos, tres...—doy un pequeño brinco como impulso, y gracias a que me sostiene con fuerza logro quedar sentada sobre el caballo. Wow, todo es tan pequeño desde aquí, me da miedo hasta moverme un centímetro y asustar a Pretzel.

—Tengo miedo— murmuro agarrándome con fuerza.

—No pasa nada, Leah.

—¿Y si me lastimo?

—Leah, mírame...

—No digas eso, que genera asco...

Rie como si mi situación fuera la más divertida de todas.

—Okay, pero de verdad voltea a verme, no te pasará nada si lo haces.

Lentamente volteo a verlo y me doy cuenta que realmente no estoy tan lejos del suelo y se él, solo es el miedo y nervio que recorren mi cuerpo.

—No te pondría en un lugar dónde sé que te puedes lastimar, sé que lo harás bien y aprenderás muy rápido— sonríe y pone su mano en mi rodilla en signo de apoyo... o coqueteo, tal vez ambas.

—¿Y si no lo hago bien?

—Soy buen maestro y quiero pensar que tú eres una buena alumna, solo confía en mí, ¿okay?

Asiento no muy segura, retira su mano de mi pierna y va hasta Sal el caballo blanco, le ajusta la montura para luego subirse sin ningún problema.

¿Es raro que me pareciera atractiva la forma en que lo hizo?

Un Verano Para El AmorWhere stories live. Discover now