nine

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—¡Arriba!—Gritó Charlie y los estudiantes lo obedecieron—¡Ahora saltos de tijera! ¡Esos no son saltos de tijera, Mcgraw! ¡Háganlos como si quisieran!—ordenó todos lo obedecieron insultándolo en su mente de todas las maneras posibles

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—¡Arriba!—Gritó Charlie y los estudiantes lo obedecieron—¡Ahora saltos de tijera! ¡Esos no son saltos de tijera, Mcgraw! ¡Háganlos como si quisieran!—ordenó todos lo obedecieron insultándolo en su mente de todas las maneras posibles.

Alessandra tenía prohibida la actividad física por lo que solo observaba recostada en una silla mientras bebía jugo de manzana—Disfrutas ser un tirano ¿Verdad?—rio la castaña y el chico volteó a verla.

—Todos gozan tener la autoridad—le guiñó un ojo el pelinegro. Alessandra le alcanzó un jugo y el tomó un sorbo antes de seguir gritando—¡Ahora, abdominales!

—Mátenme—Shay se arrojó al suelo frustrada mientras hacía muchas muecas de dolor, Alessandra río.

Aquel era, afortunadamente, el último día de campamento, se irían mañana por la mañana y los coordinadores sólo quería molestar a los más pequeños. Los profesores habían desaparecido, probablemente irían a organizar los últimos juegos.

—¿Cuando descansaremos?—preguntó Aryan dejando de hacer abdominales mirando a Charlie el cual rodó los ojos.

—¡Bien! ¡Descansen!

Los tres adolescentes se acercaron a Alessandra la cual los miraba burlona mientras les extendía sus botellas de agua, Walker cayó al suelo apenas llegó junto a Alessandra—Dramático—rodó los ojos Shay mientras bebía un sorbo de agua.

—Hoy moriré—Suspiró el rizado mientras intentaba recomponerse, la castaña tomó una toalla y se la arrojó a la cara.

—Estas sudado—dijo asqueada.

—Gracias, Ale.
(...)

—Detesto caminar—Walker miró a Alessandra cansado y ella rodó los ojos.

—Si quieres puedo llevarte en mi espalda, pero si nos caemos, te romperás el cuello—subió los hombros y el chico negó.

—No gracias—sonrió sarcásticamente en dirección a la chica—¿Por qué nosotros tenemos que ir a rellenar las botellas de agua?

—Porque nos odian, Walker, porque nos odian—la castaña se detuvo enfrente de aquel antiguo grifo comenzando a rellenar una botella—Entonces...¿Que tal con Sophie? Vi que ayer cuando te cargaron a la enfermería ella fue detrás de ustedes.

—No me recuerdes eso—tomó asiento sobre un tronco, posicionándose enfrente de la chica—Si, es bonita, pero... No lo sé.

Alessandra cerró la botella que tenía en su mano y lo vio extrañada—No lo entiendo, ella es bonita, graciosa, mayor y...—lo miró—tu eres tu, harían bonita pareja.

El rubio rodó los ojos—Ja ja eres muy graciosa ¿Sabias?

—Me lo han dicho, si—rió y le dirigió nuevamente la atención a rellenar las botellas—Pero hablando en serio, dime que pasa.

—Es que ella no es—el chico calló instantáneamente—Ya sabes...mi tipo—rio nerviosamente.

—Quien te entiende Walk—suspiró—Quien te entiende.

—¿Y tu? ¿Que hay con Brady?—la chica subió los hombros.

—Nada, ahora parece que somos amigos—subió los hombros y el rodó los ojos.

—El te mira como si el fuera un perro y tu su premio, así no es la amistad—y resultaba irónico que el lo dijera.

Alessandra frunció el ceño y tomó una botella, le quitó la tapa rápidamente y arrojó un poco de agua a la cara del chico, el cual abrió la boca sorprendido—Ups—subió los hombros, pero cuando el se puso de pie, ella comenzó a correr asustada.

Walker tomó una botella antes de comenzar a correr detrás de ella arrojándole un poco de agua en el camino. Al ver como había un río cerca de ellos, el rubio aumentó la velocidad tacleando a la chica, haciendo que ambos cayeran a aquel sucio río. Alessandra nado lo más rápido que pudo a la superficie tomando una gran bocanada de aire, unos segundos después, Walker hizo lo mismo.

Alessandra tocia mientras intentaba flotar y Walker sólo tenía una sonrisa burlona en su rostro, siempre supo que Alessandra odiaba nadar—¡Idiota!—lo salpicó haciendo que el rubio tragara parte del agua comenzando a tener arcadas—¡Que asco!

—¡Oh tú empezaste!—esta vez, el la salpicó y ella lo miró ofendida, Walker comenzó a nadar rápidamente lejos de ella, pero ella sorprendentemente comenzó a nadar más rápido alcanzándolo—¡¿Desde cuando nadas bien?!

Alessandra sumergió la cabeza del rizado al agua y a pesar de que el luchaba por nadar a la superficie, no lo lograba, ella río burlona, pero al oír voces, lo sacó rápidamente del agua—¡Eres una...!—la chica le tapó rápidamente la boca mientras lo arrinconaba contra unas piedras, el la vio con los ojos abiertos y sorprendidos.

—¡Jackson! ¡Scobell! ¡¿Donde están?!—gritaba Mckenna la cual estaba a unos metros de ellos.

—¡Mck! Encontré las botellas que habían venido a rellenar—llegó agitada Xóchitl al lado de la rubia—Yo dije que no había que dejarlos venir solos.

Ambos hicieron contacto visual, las mejillas de Walker se sonrojaron por la cercanía y, por primera vez, las de Alessandra también.

—Lo se, algo raro se traen esos dos, ve a saber que están haciendo ahora—expresó angustiada la rubia.

—¡Mira! ¡Hay pisadas ahí!—señaló la pelinegra corriendo hacia ahí.

—¡Xóchitl! ¡No te vayas!—Mckenna corrió detrás de ella.

Alessandra y Walker suspiraron y la castaña quitó su mano de la boca del de rizos, Alessandra se alejó de el y el rubio maldijo en su mente—¿Que estaríamos haciendo?—preguntó confundido—¿Que querían decir?

Alessandra rodó los ojos nadando lejos de él—¿No sabes estar más de dos segundos callado?—cuando el rio iba perdiendo profundidad, la castaña camino hacia el bosque.

—¡Espérame!—Walker corrió detrás de ella—¿Como les explicaremos que estamos mojados?

Alessandra subió los hombros escurriendo su camiseta—Eso lo verás tu—tocó la punta de la nariz del rubio el cual apretó los labios ocultando una sonrisa.

STAY BEAUTIFUL, walker scobellWhere stories live. Discover now