El sol de QishanWen☀️

Capítulo 48: Testigos de un Banquete de Amor

— Es mi esposo, naturalmente preguntaré por él.

—¿Esposo? ¿Cómo puedes llamarle esposo?— Jiang Cheng se rio un poco —Ustedes dos hacen una actuación tan buena que casi lo creo.

—¡Jiang Cheng! ¡Cuida tus palabras!

El arrebató de Wei Wuxian lo tomó desprevenido a Jiang Cheng.

—¿Qué pasa? ¿Madame Wen está ofendida?— dijo burlonamente —No podrás engañarme Wei Wuxian, esto es otra broma ¿Verdad?. No sé qué traman tú y tu "Esposo", pero no les creo nada de su actuación. Un esposo amoroso y atento ¿Él? No es más que un terrible chiste.

—¡Suficiente!

Jiang Cheng se jactó —Vamos... ya puedes dejar de bromear, ahora dime qué tramas. ¿Qué es lo que planeas? Sigo proponiéndote que nos ayudes, que te alinees a nuestro plan. Sea lo que sea que te retenga en la secta Wen, yo te ayudaré a salir, no te preocupes.

Wei Ying lo miró escandalizado por el peso de esas palabras.

—No sabes lo que dices.

Aunque Wei Wuxian era trasparente con sus sentimientos, Jiang Cheng parecía ser ciego y sordo.

—Puedes decirme, ¿Planeas a usar a tus hijos como herederos para quitarle el puesto al líder Wen?

Al ver que Wei Wuxian no respondía, Jiang Cheng continúo hablando —Si es así lo estás haciendo bien. Si juegas bien tus cartas, la secta Wen puede ser tuya. Solo soporta un poco.

Wei Ying arrugó el entrecejo, asimilando las palabras dichas por la persona frente a él.

—No tienes idea de lo que hablas. Jamás vuelvas a repetir eso frente a mí. Yo nunca planeo quitar a Wen Xu y a Wen Chao como legítimos herederos. En cambio, quien se atreva a poner obstáculos en su camino, los desapareceré.

Jiang Cheng se encontró sorprendido, tanto que no pudo disimularlo en su expresión.

—Wen Xu y Wen Chao jamás tendrán que competir con estos hijos que llevo en mi vientre, su vida no será una competencia como la que vivimos tú y yo. Wen Xu y Wen Chao son mis hijos, así como estos que crecen en mi interior— declaró, mientras su mano acariciaba la suave curvatura de su abdomen.

Los ojos de Wei Ying se atenuaron ligeramente, mirando con detenimiento su rostro.

—Jiang Cheng, puedes decirme lo que quieras a mí, pero a mi esposo no lo menosprecies— Wei Ying habló con seriedad —Yo nunca imaginé que los cielos fueran tan piadosos conmigo al darme un esposo maravilloso y llevar a dos de sus hijos en mi vientre. Me siento lo suficientemente satisfecho con mi vida como está ahora. No opaques eso con tus palabras.

Las palabras dichas parecieron golpear con crueldad a Jiang Cheng. Las palabras dichas por Wei Ying, fueron firmes y claras, no dejaron un ápice de duda.

En su niñez, por supuesto que ambos habían discutido, y por supuesto, al poco tiempo ese enojo se habría esfumando, pero ahora Jiang Cheng sentía que era diferente. Hablar sobre Wen Ruohan y sus hijos tocaba una fibra delicada en Wei Wuxian.

La atmósfera se tensó en la habitación mientras Jiang Cheng procesaba las palabras de Wei Ying. Aunque siempre había sentido una rivalidad con su antiguo amigo, estas nuevas revelaciones sobre la vida y la familia de Wei Wuxian le resultaron completamente inesperadas.

—No puedes simplemente... casarte con el líder Wen y llevar a sus hijos como si nada. Esas son decisiones que afectan a todo el mundo... Sabes bien lo que las demás sectas opinan de Wen Ruohan, incluso pensamos que estabas de rehén en ese lugar, y resulta que estas casado con el ¿Cómo crees que las demás sectas reaccionaran ante esta verdad?— La expresión de Jiang Cheng se tornó más seria, y su voz resonó con un toque de preocupación.