Capítulo 17

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Si había algo de lo que Jin nunca se cansaba, era de ver a Jungkook cuando llegaba de algún lado. Ese momento en el que podía observarlo sin que se diera cuenta... como ahora.

Después de la mañana que había tenido, no podía esperar para dejar de lado sus pensamientos por un rato y volver a estar en compañía de Jungkook. Tomó temprano un taxi hasta The Daily Grind para poder mirar por las ventanas de la calle lateral, y ahora entendía lo que Kook le había dicho esa primera noche en su cita. Sobre cómo llegó a verlo entrar. Porque al mirar por la ventana, vio a Jungkook caminando por la acera. Vestido con su abrigo negro de lana y su bufanda azul marino, Kook tenía una apariencia a la que Seokjun aún no se había acostumbrado.

Y cuando abrió la puerta de la cafetería, se sentó derecho para tener una mejor vista.

Mi hombre es tan sexy como el infierno.

Pensó mientras Jungkook desabrochaba su abrigo y escaneaba la tienda desde detrás de sus gafas. El cuello de su abrigo estaba al revés, y su bufanda... Demonios, ¿quién iba a saber que me encantaría tanto? Pero maldición, esa bufanda alrededor de su cuello repentinamente hizo que el cerebro de Jin cambiara de cómo Jungkook se veía en su ropa a la forma en que se vería fuera de ella.

El único problema era que no podía hacer nada ahora mismo por su maldito hombro y no se le permitía hacerlo hasta el próximo viernes. Y eso era solo si el doctor le daba el visto bueno.

Mientras los ojos de Jungkook se deslizaban hasta detenerse sobre él, sus labios se transformaron en una sonrisa sensual e indicó con una inclinación de cabeza que iba a pedir. Le pareció bien, estaba más que feliz de sentarse allí y mirar. Con todo lo que habían pasado en los últimos dos meses, fue agradable estar finalmente fuera del hospital y hacer algo normal.

Mientras estaba sentado allí, Jin empezó a sentir la necesidad de hacer otras cosas con Jungkook. Quizá pueda convencerlo de que...

—Hola, precioso.— La voz venía de detrás de su hombro y Seokjin no necesitaba girarse para saber quién estaba allí parado. Jimin tenía un tono sugestivo... muy distintivo. —Vi tu cabeza y me pregunté si eras tú por el cabello.

Mientras el rubio camarero caminaba junto a su mesa, Jin le dio una sonrisa reacia. Dios, debo estar desesperado por volver a la normalidad si me alegro de ver a Jimin.

—Nadie tiene el pelo como... Oh mierda. ¿Qué le pasó a tu brazo? — preguntó cuándo notó el aparato ortopédico que Seokjin había puesto debajo de su chaqueta.

La sincera preocupación en su cara le sorprendió, y cuando Jimin se sentó con sus ojos muy abiertos, una genuina sonrisa cruzó los labios de Jin. Estaba a punto de responder cuando Jimin empezó a hablar de nuevo.

—No te había visto, o a Jungkook en mucho tiempo. Oh, espera... ¿Ustedes todavía...? Ya sabes ¿O eso terminó? ¿Está aquí? —mientras la pregunta final salía de su boca, Jimin giró en su silla para mirar alrededor del café.

Seokjin se rió del tipo.

—Permíteme responder primero a la pregunta más importante. Sí, nosotros todavía estamos juntos. Así que deja de buscarlo, coqueto —apenas creía que esas fueran sus propias palabras.

Cuando Jimin se volvió hacia él con una sonrisa descarada, estaba claro que también estaba sorprendido.

—Oh, así que así es como es, ¿eh?

Let Me Trust You || JinKookJinWhere stories live. Discover now