Donde se ocultan los demonios (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 7

-Ahora es tu turno -le dijo Elena al chico-, ¿cuál es tu historia?

El Cazador sonrió irónicamente antes de decidirse a acceder a su petición:

-Bueno, ya sabes que mi madre murió en el parto de Stefan y que, desde entonces, todo fue cuesta abajo y sin frenos...

"Mi padre se encerró en su mundo, el legado Salvatore se convirtió en lo más importante para él. El Consejo no quería que los hijos de las Familias Fundadoras conociesen el secreto de los vampiros hasta que cumpliesen la mayoría de edad, pero Guiseppe sabía que había algo especial en mí y que debía saber.

-Cuando vi a mi primer vampiro, me asusté muchísimo –le confesó la chica.

-Yo también, por eso mi padre me llevó en varias ocasiones a ver al tuyo.

-¿Qué tiene mi padre que ver en todo esto? –no comprendió ella.

-Grayson trabajaba en un proyecto llamado Augustine. Experimentaba con vampiros para hallar un uso médico legal a sus poderes curativos.

"Por aquel entonces, tenía un paciente llamado Enzo que se había vuelto inestable mentalmente debido a tantos años de cautiverio.

Damon se quedó en silencio por un momento y Elena intuyó que lo que venía a continuación en la historia no era nada agradable.

-Grayson llamó una noche a mi padre –siguió hablando él-, estaba muy asustado. Enzo se había escapado de la celda donde estaba retenido en Withmore y Grayson temía por vuestra seguridad.

-¿Por qué llamó mi padre al tuyo?

-Grayson sabía de la responsabilidad de mi familia para contigo, la réplica de Tatia, y que te protegeríamos sobre nuestra propia vida.

-¿Todo esto es solo porque Klaus puede crear híbridos con mi sangre?

-Ser una réplica conlleva mucho más que eso. Eres un ser sobrenatural muy poderoso, tu sangre sirve para muchos hechizos, incluso siendo vampira.

"Aunque los Salvatore hicimos una promesa de evitar a toda costa que te convirtieses. Eres nuestro mejor escudo y nuestra mejor arma contra el enemigo, sea quien sea este.

Elena se quedó callada por un momento, analizando esta nueva información.

-Así que, solo estás aquí ahora conmigo para tenerme vigilada, ¿no es así? –le preguntó ella con una gran decepción en su voz.

-Es de lo que intento convencerme, pero cada vez lo tengo menos claro.

La vampira sonrió levemente ante esa confesión y sintió una alegría tremenda al oírle decir que no solo estaba ahí porque debía, sino también porque quería.

-Como decía –continuó contando Damon, retomando el rumbo de la historia y tratando a su vez de no pensar demasiado en lo que acababa de confesarle a la chica-, Enzo se escapó y fue en busca de venganza. Recuerdo perfectamente esa noche...

-¿Qué ocurrió?

-Mi padre me despertó en plena madrugada y me pidió que bajase al salón. Y allí estabais tu madre y tú. Tú llevabas tu pequeño pijama de ositos y estabas acurrucada en el sofá, asustada por la tormenta -sonrió él levemente al recordarlo.

"Giuseppe tenía mucha prisa por irse, así que me puso una pistola con balas de madera en la mano y me ordenó cuidar de ti. Dijo que era muy importante, que no debía permitir que nadie te hiciese daño. Me hizo prometer que te protegería con mi vida.

Elena, que tan solo tenía 5 años en aquel entonces y recordaba vagamente esa noche, sí recordaba perfectamente cómo Damon se agachó a su lado, la miró con sus hermosos ojos y le dijo que no tenía por qué tener miedo de la tormenta, que él la protegería y que no permitiría que nada malo le ocurriese. Desde aquel día, Elena dejó de temer las tormentas, pues sabía que el chico de ojos azules cuidaba de ella.