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Tom Holland
Estaba saliendo de una linda ducha, me cambié y me fui hacia la sala donde se escuchaba una voz muy familiar, era mí madre que estaba al teléfono hablando con la señora Ross muy animadamente. Me sonríe al verme y yo le devuelvo la sonrisa, en unos pocos minutos veo como corta la llamada y se dirige a mí, que estaba tranquilo en el sillón.
—Hijo, tengo una gran noticia para ti. — se sienta a mí lado.— y se que va a interesarte.
— ¿Qué noticia mamá?.
— Bueno, hablando con Caroline, me preguntó si yo conocía algún chico que haga patinaje sobre hielo— yo la miraba mientras asentía con la cabeza— y pues… pensé en ti. — sonríe—
— ¿En mí?, pero mamá, yo solo sé cosas básicas.
— Pero de todos tus hermanos, eres quien mejor lo hace.
— Sam va a matarme.— largo un suspiro y me tiró de espaldas al sillón.
— fruncía el ceño confundida— ¿Que tiene que ver Sam en esto?.
— Nada mamá, es solo cosa de hermanos.— me volví a sentar y la miré— y ¿Para que me quiere a mí la señora Ross?.
— Anda en busca de un chico para interpretar al príncipe del lago de los cisnes.
— ¿Harán el lago de los cisnes?. Eso es genial.
— Sabía que iba a interesarte.
— Si, es genial, pero…será mejor que Sam sea quien haga eso mamá.
— Ambos sabemos que tu hermano no sabe patinar muy bien.
— tienes razón. Pero… si le enseño tal vez pueda hacerlo.
— No lo creo cariño, mañana será la prueba así que tendrás que ir y ver qué tal.
— De acuerdo, lo haré.
— Te irá muy bien, ahora me iré a descansar, te amo hijo. — me da un beso en la frente y se va— que descanses.
— tú igual y también te amo.
¿Yo, el príncipe del lago de los cisnes?. Siempre lo he querido hacer, sonará algo raro, pero si, me encanta el lago de los cisnes.
La mañana siguiente, me desperté, me levanté, me cepillé los dientes y me fui a entrenar un rato, hoy no será día de estudiar, así que me fui a entrenar.
Al terminar mí rutina de ejercicios me voy a mí casa, preparo mí mochila con mis patines, una botella de agua y alguna fruta para el camino, agarré mi campera negra de cuero, me puse mí jeans negro y mis zapatillas, arregle un poco mí cabello y salí para la pista sobre hielo.
No quedaba tan lejos así que, llegué, entré y me senté, vi como el grupito de chicas estaban alrededor de la señora Ross, mientras ella les daba la noticia, me puse mis patines, empecé a deslizarme lentamente para ir al grupo, escuché un “ ¿Y quién será el apuesto príncipe?”, luego la señora Ross dice cuando me ve llegar “Él se llama Tom Holland”, estaba por decir “Encantado”, hasta que vi a una chica muy conocida y era ella, Laia estaba en la misma pista que yo, yo pensaba que ella iba a otra academia, pero no, viene aquí con su madre, en fin, al verla y ella al verme ambos nos preguntamos “¿Y tú qué haces aquí?.
