BW REENCUENTROS

Capítulo 6

WIN.

Me quedé solo, encerrado, completamente a oscuras. Un silencio invadió todo el cuarto, y por fin ahí tomé conciencia de lo que había ocurrido. Me había dejado llevar por el momento.

La música de la fiesta se desvanecía a medida que yo, aturdido y confundido, buscaba escapar de la confesión de Bright. Necesitaba aire fresco, una pausa para entender lo que acababa de suceder, no podía aceptarlo. Se suponía que para mí, Bright era mi mejor amigo, nada más.

Respiré profundo y dejé salir el aire por mi boca—. ¿Cómo pude hacer eso? —susurré, cerrando fuertemente los ojos—. ¿Por qué siempre complico todo? —llevé ambas manos a mi nuca, maldiciendo en el aire.

—Win, ¿te sucede algo? —giré mi cabeza, topandome con P'Nani, quien me miraba bastante preocupado. Al parecer, me había seguido hasta afuera.

—No..., estoy bien, tenía calor por eso salí.

Por la cara que puso, parecía no creerme en lo absoluto.

—Win, soy tu amigo y me preocupo por ti. Últimamente estás un poco desanimado, así no eres tú —aquellas palabras de mi amigo, sonaron tan sinceras.

—¿Tan mal estoy? —pregunté, avergonzado, y ante mi pregunta, P'Nani asintió con la cabeza.

—¿Quieres hablar de eso?

—¿De qué?

—Imbécil. Algo te está pasando, lo sé. Como también sé que necesitas de alguien que te escuche.

Volví a respirar hondo.

—¿Y si no sé lo que sucede?

—¿Cómo no vas a saberlo?

—No lo sé, todo va tan rápido. Estoy confundido, necesito pensarlo —repetí sin parar.

—Win...

—No puede tomarme así de la nada, y decirme esas cosas, ¿entiendes?

—Entiendo... —claramente, él no entendía lo que le estaba diciendo pero, sé que estaba tratando de apoyarme.

—Y yo sin poder contenerme, lo... —hice una pausa al darme cuenta que ya estaba hablando de más—. Lo siento, P'Nani. Te estoy haciendo perder el tiempo por algo absurdo. Mejor entremos.

—Win, yo creo que tú deberías ir a descansar. —Ahora mi amigo me miraba con pena—. ¿Acaso has podido dormir bien últimamente?

—Para ser sincero, no he podido descansar bien desde estos últimos meses.

—No jodas... —alargó, sorprendido, mientras negaba con la cabeza—. Bueno, te llevaré a casa.

—Estoy bien, no pasa nada.

—No seas idiota, tienes que ir a descansar. ¿Tienes la llave de tu auto a mano?

—Sí... —saqué la llave del bolsillo de mi pantalón, y se la dí.

—Gracias. Ya vengo, voy por el auto espérame aquí.

La verdad, estaba completamente agradecido de tenerlo como amigo.

En el rato que me quedé ahí afuera esperando, me puse a pensar si debería ir a despedirme de los chicos, no quería ser un maleducado. Sin embargo, si llegaba a entrar, me iba a topar otra vez con él.

—Mierda —maldeci a lo bajo.

—¿Qué haces? —Todo mi cuerpo se tenso al reconocer aquella voz a mis espaldas, y por inercia me volteé a verlo—. ¿Ya te vas?