La triada de la razón: El juego inicia

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Capítulo 1

El dolor de cabeza es lo que abunda en la habitación junto con algunos quejidos.Si uno abre sus ojos lo primero que verá será a otras 5 personas recién despertadas.

—¿Qué demonios?–El rubio murmura mientras termina de sentarse, lo primero que hace es intentar localizar a su compañera—¡¿Teresa?!

—Ay, aquí estoy, no me grites–La castaña pide a modo de queja mientras pone su mano al costado de su cabeza, ni la peor migraña de su adolescencia le dejó doliendo tanto.

Ambos miraron en dirección a las otras 4 personas que estaban en el mismo estado que ellos.Sin embargo, al no conocerlas, se pusieron a la defensiva rápidamente.

—¿Que-? ¡¿Quienes son?!–Uno de los presentes pregunta alterado, al contrario de su acompañante que solo mira en silencio la situación

—¡Soy Teresa Lisbon! ¡Agente del B.I.C!–Ella aclara mientras comienza a levantarse, su primer instinto es buscar su arma en su bolsillo, y es ahí que cae en cuenta que no la trae consigo.

—¡¿Y qué es eso?!–Un hombre de aspecto mayor cuestiona, casi igual de histérico que el anterior joven.

—¡Buró de Investigaciones de California!–Jane aclara mientras se levanta de forma lenta, intentando ubicarse detrás de Lisbon, la mirada de confusión en los dos extraños que tiene enfrente lo dice todo—¡Suena falso, pero hasta tenemos página Web!

La habitación queda en silencio durante unos pocos segundos hasta que el castaño de rizos decide levantarse—Si, es cierto–Confirma seguido de un quejido.Su acompañante le sigue, y hasta parece querer levantarse antes que él.

Acto seguido, buscó en su cinturón y sacó una placa para identificarse—Will Graham, asesor del FBI.

—¡¿Y tu?!–Preguntó el joven hombre de cabello oscuro y ondulado dirigiéndose al mayor canoso.

—Hannibal Lecter ¿Y usted es...?

—Sherlock Holmes, detective privado–Responde en un tono mucho más bajo, aunque hace una mueca muy poco notoria ante la mención de su especialidad—Supuestamente…–Murmuró esto último mientras desviaba la mirada.

—Sherlock…–Su compañero lo llama en un susurro mientras le da un pequeño golpe en el codo.Acto seguido, su mirada se pasa a los otros dos que tiene enfrente—John Watson–Se presentó a secas.

—Un placer entonces–Lecter responde con un tono suave y una sonrisa poco notable, irritablemente forzada.

—Si…No para mí–El castaño habla sin invitación, camina unos pocos pasos adelante, como si intentara estar en el centro de la habitación absurdamente blanca—¿Que carajo hacemos aquí?–Cuestiona de forma brusca, mirando directamente a los trabajadores del BIC.

—Que curioso, estábamos por preguntarles lo mismo–Jane responde de manera sarcástica mientras sale detrás de la castaña.

—¡¿Y porque lo sabría?!–Graham reacciona—¡Yo no nos traje aquí!

—Nunca dije que lo hicieras–Patrick asegura mientras levanta ambas palmas.

Graham estaba por caminar hacia el rubio, sin embargo se detiene tan pronto el ruido de sus pasos deja de ser el más fuerte.Una pantalla baja gracias a un mecanismo que varios vieron antes, una vez el panel termina de “instalarse” procede a encenderse cual televisión, aunque lo primero que muestra es una estática.

Todos se quedan viéndola, cada uno deseando internamente algo en común; que lo que sea que esa cosa vaya a mostrar les dé una explicación de porqué están ahí.Y bendito sea cualquiera, lo consiguen antes de que el ruido estático sea considerado molesto.

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