𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑛̃𝑖𝑎

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El tiempo pasaba y se iba como arena entre los dedos, así se sentía el día cada vez que ___ estaba con el guardián del mundo oculto.

En poco tiempo se había convertido en la razón de sus escapes hacia el bosque, alguien en quien tal vez podría empezar a confiar poco a poco, no importaba si a veces no hablaban sobre si mismos.

Ambos estaban sentados en la orilla de un risco, no había necesidad de decir nada, solo pasar tiempo con un poco de compañía agradable era suficiente.

Hasta que la mujer decidió romper el cómodo silencio.

- Nunca me has dicho desde cuándo eres un guardian, ¿Naciste como uno?- lo miraba detenidamente.

Hiccup suspiro y se sobo las manos contra los muslos.

- Solo recuerdo que un día desperté en un mundo lleno de dragones, no se exactamente si nací así, no lo recuerdo- miraba el atardecer.

Ella bajo la mirada confundida, ¿Como un guardián podría no saber sobre eso?

- ¿Has estado solo desde siempre?-su voz era triste.

El la volteó a ver con dolor, pues no le gustaba la respuesta que le iba a dar.

- Sí, pero después conocí a las demás- trato de animarse.

- ¿Las demás? -

- Son iguales a mi, guardianas y espíritus que protegen -explico.

Eso la confundía un poco, pues aún no lograba comprender la situación de Hiccup, no le importaban las demás.

El silencio empezó pero está vez sería el quien lo terminaría.

- ¿Y que me dices de ti?, ¿Desde cuándo eres cazadora? -miraba el arco detrás de ella.

Sin embargo ella no quería responder, no era cazadora por decisión, era por supervivencia, aunque en lo profundo de ella, cazar le recordaba a su padre.

Estaba nerviosa y temerosa, aún así sin mirarlo eligió contestar.

- Desde niña, no es algo que haya elegido realmente -tomo su arco acariciándolo.

Las preguntas vinieron a la mente del guardián.

¿Cómo alguien tan buena cazando, no lo había elegido?, ¿Por qué desde que era una niña?, ¿Por qué cazaba para el rey?, ¿Era su decisión?.

Esas y más preguntas no paraban de llegar a su cabeza, debía contestarlas a toda costa pero sin molestarla.

- ¿Te obligaron? -

Ella no sabía la respuesta correcta ante esa pregunta.

- El destino supongo, tengo que vivir de algo -alzo los hombros.

El sentía que la estaba incomodando, no sabía que más decir, no había más que decirle.

Ahora era su turno de preguntar mientras miraba la prótesis de Hiccup.

- Si no te molesta que te pregunté, ¿Por qué un guardián usa prótesis?, ¿Acaso no se supone que son invencibles?- señaló la prótesis.

El chico se la quitó y la miro detalladamente, también el se preguntaba eso junto con más cada noche.

- No sé, desde que tengo memoria la uso, no estoy muy seguro si nací así o no -

___ tomo la prótesis y la analizo cuidadosamente notando marcas de dientes en ella, como si un animal la hubiera masticado múltiples veces.

- Por lo que veo te gusta comerte tu prótesis- se rió mientras se burlaba un poco.

Hiccup volteo rápidamente extrañado mientras soltaba una pequeña risa pensando que estaba bromeando, hasta que ___ extendió hacia el la prótesis enseñándole.

𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 ¿𝐸𝑠𝑐𝑜𝑔𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑑𝑖𝑡𝑜𝑠?-𝐸𝑛 𝑃𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜 Where stories live. Discover now