𝐈𝐋𝐄𝐆𝐈́𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐇𝐄𝐑𝐄𝐃𝐄𝐑𝐎 ───── DEKUKATSU

042. Uno no lastima lo que ama.

Cuando Kurogiri abrió un portal sobre uno de los techos y Shigaraki apareció en el campo de batalla, ni siquiera se inmutó por la repentina muerte de Kirishima. En lugar de horrorizarse por las manos ensangrentadas de Midoriya, las cuales se encontraban tibias y temblando todavía, esbozó una sonrisa al notar que recuperó los preciosos recuerdos que le fueron arrebatados cruelmente. Gota a gota, un charco de sangre comenzó a formarse a los lados del joven con pecas, pero ninguno de los presentes podía articular una oración sensata o expresar otro gesto que no fuera horror. Izuku los tenía traumados por su repentino cambio de actitud. Ya no sabían para quién trabaja, mucho menos si era héroe o villano. Si creía en Tomura o defendería los ideales que le fueron confiados por All Might. Si salvaría Ciudad Musutafu o se encargaría de erradicar cualquier signo de vida en Japón. El riesgo era parejo para todo el mundo. Mientras estés en su rango de ataque, corres un peligro inminente.

     Hace menos de veinte minutos, asesinó a Kaminari en un intento fallido por borrar del mapa a los estudiantes de U.A. y... ahora clavó un pedazo de metal contra el abdomen de Kirishima para salvar a Katsuki, quien no soportó el asco de ver a Eijirōu sosteniendo sus propios intestinos antes de caer sobre la vereda y vomitó sobre la pila de escombros más cercana. Por primera vez en horas, el campo de batalla enmudeció, sepultándolos en sus recuerdos y pensamientos más dolorosos. No imaginan el miedo que sintió Kirishima al tener sus viseras entre las manos y la desesperación de no poderlas regresar sin desangrarse. La guerra es horrible, sí, pero tener a Midoriya como enemigo en esta guerra es aún peor.

     Los héroes no tuvieron la fuerza para enfrentar a Izuku por la muerte del joven. Nadie lo defendió ni le lloró, solamente abandonaron su cuerpo como si se tratara de un mapache atropellado junto a la carretera. Supongo que esas cosas pasan cuando traicionas a tus aliados.

     A una distancia considerable, Tomura aplaudió. Lejos de estar molesto por la repentina "Baja" en su equipo, estaba sorprendido por la escasa moralidad del sucesor.

—¿No se supone que estarían en la planta nuclear de Quing Quing? Ya pasaron tres horas. Dijeron que harían ese caos radioactivo en menos de noventa minutos —en voz baja, Toga le preguntó a Dabi por la presencia de Tomura y Mr. Compress. Él simplemente se encogió de hombros para escuchar la conversación de ambos líderes.

—Recuerda que no podemos abandonar Ciudad Musutafu mientras All for One siga en prisión. Sniper y los demás idiotas deben tener algún problema con sacarlo y por eso Shigaraki apareció. Trata de hacer tiempo hasta recibir alguna noticia —le responde cuando Himiko toma un walkie talkie y presiona uno de los botones para comunicarse con el grupo de Sniper, Giran, Gigantomachia y Moon Fish, quienes causarían estragos en el centro de la ciudad los primeros minutos de la guerra como simple distracción. Después partirían a la prisión de Tártaros en busca de AFO. Teletransportarse era sencillo cuando tenía a Kurogiri de su lado.

     Toga intercambió un par de oraciones con Giran y le pasó las actualizaciones a Dabi.

     El plan iba mejor de lo que creían.

—¿Te das cuenta de lo que me obligaste a hacer, Shigaraki? Maté a mi amigo por tu culpa —exclamó Midoriya cuando encontró el valor para hablar sin quebrarse frente a los villanos. Mostrar debilidad haría que los chicos malos tomaran fuerza.

—No quieras usarme para cubrir tus impulsos homicidas, campeón. Asesino una vez, asesino toda la vida —atinó a responder Shigaraki antes de señalar en dirección contraria, donde se encontraba una imagen todavía más desgarradora—. Para tu mala suerte, no cargarás con la muerte de uno, sino dos de tus amigos. Lo siento por Kaminari. Era un buen aliado. ¿Rebelde? Sí, pero bueno al final de cuentas. Si no me hubiera traicionado por tu mierda de colegio, seguramente seguiría con vida...