Capítulo 14

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《Si voy al dentista o a mi casa, este de seguro va a acampar

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《Si voy al dentista o a mi casa, este de seguro va a acampar... Debo perderle en el bosque.》

Iba a una velocidad que ni él sabía que podía alcanzar en su bicicleta, siguiendo el sendero que comunica al famoso mirador de Arcadia aunque decidió desviarse a una zona más frondosa hasta llegar a una especie de un claro con un túnel a medio terminar o bien que parece que conecta con el alcantarillado de su ciudad.

—¡Ven acá renacuajo! No puedes huir de la cita con mi puño que tienes pendiente— se escuchó el grito de Steve a lo lejos.

Tobias atino a bajarse rápidamente de la bicicleta y buscar donde esconderse, cuando pensó en entrar al túnel, la carcajada de Palchuck lo detuvo.

—Ahora si no tienes escapatoria o a la hija de Scott para salvarte, Bobalski.— dijo mientras golpeaba sus puño con mano, acercándose lentamente al pobre chico, dejándolo casi acorralado.

Este simplemente atino a ponerse hincando en el suelo y cubrir toda su cabeza como podía con sus manos, estando listo para la paliza y para la factura hospitalaria.

Aunque no sintió nunca contacto alguno.

Tobias levanto un poco la cabeza para mirar al frente suyo y noto la mirada estupefacta de Steve, estando congelado al frente mirando directamente hacia el túnel detrás de él; con miedo iba a preguntarle que estaba pasando pero un rugido que en su vida había escuchado, le quito el aire para pronunciar palabra.

Pudo oír unas breves pisadas detrás de él, acercándose proviniendo del túnel pero no pudo moverse de su lugar a diferencia del rubio quien soltó un grito demasiado femenino y salió huyendo de ahí.

—Cobarde.— escucho una voz detrás suya y ahí fue cuando capto para voltear a verlo, un ser alto y pesado debido a como se oían sus pasos en eco, con unos ojos de color azul bastante fuerte para que se dieran a notar en la oscuridad del túnel.

El gordito no sabía que hacer, si también huir como lo hizo su bully o bien dejar que la criatura se lo tragase.

Los ojos del ser cayeron directamente en el humano, notando lo aterrado que este estaba y con razón, supuestamente son criaturas que no existen.

—Se lo que es ser acorralado y humillado, tranquilo que no te haré daño,— hablo con serenidad la criatura mientras se agachaba a una altura similar a la de Tobias, intentando no dar una idea errónea.

El chico le miró extrañado ante esas palabras, respiro un poco intentando tragarse el pánico aunque de forma inútil ya que estaba temblando —¿C-como sabes qué ese idiota me seguía?

Los ojos azules hicieron un movimiento que por la oscuridad no se diferenciaba muy bien, pero Tobias atino a que se encogio de hombros y que fue pura coincidencia.

—Ah.

Jim por su parte noto que el brazo del humano no tenia la marca;—He visto a varios con una mancha extraña en el brazo, incluyendo al cobarde que te persiguió pero a ti no— habló aún en un tono tranquilo y con una sonrisa al ver como el humano dejo de estar lentamente a la defensiva en su presencia.—Lamento si no me presenté, soy Jim.

Cambio de tema rápidamente al notar la mirada del humano al tocar lo de la mancha.

El chico dudo por unos segundos y se cuestionó muchas cosas, como entre ellas la más obvia que es el hecho de que Eli al parecer tiene razón en algo.

—Tobias, y perdón si esta pregunta resulta incómoda,— dijo mirando a los ojos de Jim para ver su expresión—¿No vas a comerme?

Jim evitó soltar una risa pero fallo en el intento, ganándose una mirada de extrañes del humano al frente suyo quien a este punto, se encontraba sentado cómodo sin importarle que este fuera una criatura extraña.

—Puedes estar en paz que tu tipo no se encuentra en mi dieta, prefiero los calcetines.

—Interesante, bueno tienes suerte— hablo mientras se acercaba a su mochila que la mando a perder junto a su bici en medio del caos y de ahí, saco un par de medias blancas,—La use hoy en mi clase de gimnasia, te las doy como agradecimiento.

Se las lanzó y vio como Jim se las trago como si fueran uno fideos largos, era extraño pero encantador tener a tal criatura en la oscuridad siendo tan amable.

Después de un tiempo en el cual ambos conversaron sin indagar mucho en que era Jim o bien el tema de Tobias con la marca, los dos de cierta manera lograron tener una especie de amistad... Una de la cual nadie podría enterarse o bien ocurriría un caos enorme.

Ethos observó con cierta curiosidad y gracia el como los dos mejores amigos se volvieron a encontrar en esta línea nueva, a pesar de que ambos pertenecen a mundos totalmente distintos.

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