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- Me gustas, Kim Mingyu.

Lo dijo, por fin lo dijo. Después de tanto tiempo fue capaz de confesar sus sentimientos, aunque sea de una manera tan vaga como decir un "me gustas".

Lo único que consolaba a su orgullo de aquella confesión vergonzosa era que sentía que lo iba a rechazar entonces "Para que ponerle esfuerzo si todo terminara igual" pensó.

No estaba seguro de cómo iba a terminar la noche, o muy bien o muy mal, pero sería el comienzo de algo nuevo sin importar que.

"Seguro termina mal y le arruino la navidad a Mingyu y ahora no me quiere volver a ver y me va a poner una orden de alejamiento y-"

-Tú también me gustas, me gustas mucho Wonwoo... demasiado. - Aquellos preciosos ojos que durante todo este tiempo estuvieron reflejando en ellos el cielo nocturno y la preciada luz de las estrellas, ahora lo reflejaban solo a él. De sus divinos labios que siempre anunciaban palabras de amor a sus sueños e inspiraban a miles, ahora le hablaban a él para confesarle sus sentimientos.

El castaño, quedo estático siendo anestesiado por el afecto que irradiaba su mirada, no había notado que el mayor se movió de su lugar y se encontraba sentado a su lado, tímidamente se acercaba más y más cerrando así el espacio entre sus cuerpos.

Una de las grandes y cálidas manos del mayor siguió su camino lento hasta tomarle el rostro para acercarlo aún más a él. Sus movimientos eran cuidadosos y su mirada no se despegaba de la suya, siempre atento, en busca de alguna señal que le indicara que debía parar, que su atrevimiento no era bienvenido, pero todo el cuerpo de Wonwoo solo le decía que lo quería más cerca y en sus ojos se veía un pedido silencioso que Mingyu deseaba cumplir.

- ¿Puedo seguir? - Susurro a solo milímetros de alcanzar el tacto de esos atrayentes labios.

-Por favor. - Se unieron en un tan esperado beso, beso en el que demostraron cuanto anhelaban aquello.

El unirse, el acortar distancia y encontrarse en los brazos del otro, las ganas inmensurables de sentir el calor del cuerpo ajeno por fin eran consumadas en ese dulce beso.

Al inicio movían sus labios suavemente, pero poco a poco iba tomando un ritmo más desesperado haciendo notar que se anhelaban y querían tomar todo lo que podían del otro.

De un momento a otro Wonwoo se acomodó en el regazo de Mingyu y las cálidas manos del mayor bajaban hasta encontrarse con la cintura del castaño, tanteando con atrevimiento debajo de su ropa, al contrario, las frías manos de Wonwoo buscaban calor entre las hebras negras de cabello, tirando suavemente de ellos, soltando suspiros entrecortados debido a los escalofríos que le provocaban las manos ajenas en su piel.

Sonidos húmedos resonaban en aquel silencioso parque haciendo eco, aquellos sonidos no hacían mas que despertar un deseo latente entre ellos, una necesidad que quemaba.

En el cielo distintas luces se alzaron para anunciar que ya había pasado de día y ahora era navidad.

Los apasionados amantes se separaron y dieron un respiro, se sonrieron enamorados entre ellos con la picardía de guardar un secreto inocente que no era para nada inocente.

Una promesa sin decir quedo entre ellos para el futuro que estaba por venir.

-Feliz navidad, Mingyu.

-Feliz navidad, Wonwoo. No te traje un regalo, lo lamento. - Bromeo algo avergonzado por todo el espectáculo que acaban de hacer.

La cordura comenzaba a tomar presencia en la mente de Mingyu, estaban afuera.

En público, cualquiera podría haberlo visto y sería terrible para todos, pero más para Wonwoo. No quería meterlo a un mundo tan cruel como lo era el mundo del entretenimiento, se esta tan rodeado de lujos como de peligros ocultos, además, Wonwoo era suyo.

Solo suyo. suyo para ver, suyo para tocar, suyo para besar, suyo para admirar y cuidar. Solo suyo, Mingyu era secretamente una persona un tanto (muy) egoísta con aquello que atesoraba y ahora Wonwoo se había vuelto el centro de toda su adoración.

Lo que no sabía era que para Wonwoo el sentimiento era mutuo.

-Con tenerte a ti me conformo ¿te parece correcto?

-Mejor que correcto,

Ambos rieron ante la ternura del otro y volvieron a unir sus labios. Disfrutaron del calor que emanaban sus cuerpos en aquel parque un tiempo más y luego se dispusieron a irse caminando hasta el hogar del mayor a tomar una rica chocolatada caliente y acurrucarse contra el otro.

Esa noche descubrieron que no se querían separar jamás, encajaban perfecto en los brazos del otro como si fueran piezas perdidas del mismo rompecabezas y ahora estaban completos con el otro en una misma sintonía.

Se podría decir que pasaron una feliz navidad.

Se podría decir que pasaron una feliz navidad

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~Fin~ 

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Working for my idol | Meanie/MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora