Capítulo 9: Envidia y boicot

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POV Danna
Después de muchísimo trabajo, desveladas y casi morirme (ademas de un poco de ayuda), logré terminar todos los diseños.
Estaba muy orgullosa de mi, todo esto era un sueño y poco a poco se iba haciendo realidad.
Aunque ya hubiera acabado quiera seguir viendo a Alex, quería conocerlo más y que fuéramos amigos.
El también fue de gran ayuda, no solo con la música sino también motivándome y cuidándome.

Hoy tengo que ir a entregar todas las piezas a Glenda, para que las pueda examinar y empezar con la preparación para la pasarela.
Dos semanas y todo esto habría valido la pena.

🩷

Me desperté y arreglé como no suelo hacerlo, me hice un chongo elaborado y un lindo maquillaje.
Quería verme presentable y profesional a la hora de entregar mi trabajo.
Me prepare un toast de huevo con aguacate y un café. Maneje hasta la oficina con los nervios a todo lo que daba, de milagro no choqué.
Llegue a la oficina y me estacioné, agarré los ganchos en los que estaban las prendas y subí con mucho cuidado hasta el piso en donde estaba la oficina de Glenda, cuando la secretaria me vio hizo una llamada y me señaló la puerta para que entrara.
Respire profundo y entre.
-Buenas tardes, Glenda
-Buenas tardes Danna -Glenda me volteo a ver con una sonrisa- Veo que trajiste tus diseños.
-Así es, logré terminarlos -dije orgullosa.
-Estoy impresionada, es un gran reto hacer todo eso en tan poco tiempo los
-Bueno, tuve un poco de ayuda.
Glenda se paro del escritorio y agarro los forros de los vestidos, los examinó con detalle y les dirigió una mirada impresionado
-Excelente trabajo, los mandaré a guardar en la bóveda hasta el desfile -Agarro su celular y me hizo una señal para que la acompañara afuera.
-Te acreditare como la diseñadora, en las siguientes dos semanas me acompañarás a supervisar y dirigir todo para la pasarela, ¿de acuerdo?
Sentía que me iba a explotar el corazón de la emoción.
-Si, señora.
-Muy bien, acompáñame a darle la noticia a los otros.
Caminamos por el pasillo hasta llegar a la sala común, en la que había varios de los trabajadores de la empresa.
-Escuchen todos -Anunció Glenda con voz fuerte- Como ya saben, se acerca la pasarela de la colección de otoño, y como les había comentado podría haber un cambio en los diseños. Y así fue -me agarro del brazo para que me acercara a ella- Danna me propuso un concepto y unos diseños y esos serán los que presentaremos.
Todo el mundo aplaudió y me sonroje, había varios amigos míos que también trabajaban ahí, me miraron orgullosos y aplaudieron más fuerte.
-¿Y qué hay de los que ya teníamos? -dijo Gloria, una chica engreída que siempre me había caído mal -¿Los van a desechar así nomás? ¿Después de todo nuestro esfuerzo?
-No, Gloria -dijo Glenda ligeramente irritada -No los vamos a desechar, se lanzarán como una edición especial ya que solo hay un diseño de cada uno.
-Osea nosotros somos los secundarios ¿Porque Danna tiene que quedarse con todo el crédito y ser la protagonista?
-Todos son igual de importantes y todos van a tener crédito.
-Pero no es justo, solo quiere llamar la atención, es una...
-¡Suficiente! No quiero escuchar más quejas, si no estás de acuerdo te puedes retirar, no necesito chillones en esta empresa.
Gloria se quedó callada y me miro a los ojos con odio, sonriendo maliciosamente.

🩷

Llego la hora del almuerzo y me dirigí a la cafetería del lugar, era un espacio bastante amplio, estaba repleto de mesas y sillas, sillones y bancas.
Las paredes eran de colores grises con toques de color.
Me formé en la fila para ordenar mientras veía el menú, había mucha variedad de productos tanto normales como veganos, sin gluten, sin azúcar, etc
Al final me decidí por una ensalada con pollo y un jugo verde, pagué la comida y esperé a que la prepararan.
En eso vi como alguien se acercaba directo hacia mi: Gloria.
-Hola, Danna -dijo con un tono sumamente falso- Quería pedirte perdón por lo de hace rato, lo qué pasa es que después de tanto trabajo se me hoco injusto que cambiaran los diseños... pero lo entiendo, los tuyos están muy bonitos y todos merecemos una oportunidad.
Hice mi mayor esfuerzo por no rodar los ojos y forcé una sonrisa.
-Gracias...
-De nada, también quería preguntarte ¿Dónde están tus diseños? Me encantaría verlos yo misma para ver si en verdad valen la pena.
No confiaba en lo más mínimo en ella, pero tampoco podía mentirle porque sería muy obvio, así que decidí decirle una verdad a medias.
-No se, Glenda dijo que los iba a guardar pero no se donde.
-Mmm, bueno, supongo que tendré que preguntarle.
Me dirigió una sonrisa falsa, se volteo y se fue caminando.

Sanar para amarWhere stories live. Discover now