La misión de infiltración de Hawks en la Liga de Villanos comienza a complicarse por la repentina atracción que empieza a sentir por el Dabi. ¿Podrá cumplir su misión o se dejará llevar por sus sentimientos?
+ 18 | Hawks x Dabi | Boku No Hero Academ...
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- XI -
En cuanto cerró la puerta del baño, la habitación fue sepultada por la oscuridad. Hawks se mantuvo en silencio sin atreverse siquiera a encender la luz, haciendo todo lo que tenía en su mano por estar lo más quieto posible y evitar delatar su presencia. Le preocupaba que cualquier ruido pudiera llamar la atención de las heroínas.
Inclinó su oído derecho y lo pegó sobre la puerta. Pudo escuchar el sonido de las voces de Mirko y Ryukyu deambulando por el pasillo. Su corazón se aceleraba nervioso con cada paso que escuchaba. Quería cerrar la puerta con llave, pero temía que el ruido de la cerradura llamara su atención.
Sintió la presencia de Dabi caminar hacia él. Sus pasos eran lentos y sordos. Cuando Dabi se detuvo en su espalda, el héroe pudo sentir la calidez que desprendía en aquella sala tan fría.
"Espero que no se le ocurra a hacer ninguna idiotez." pensó, tragando un poco de saliva.
Los sentidos de Hawks se intensificaron al saber que el villano estaba a su lado. La oscuridad los rodeaba, transmitiéndoles la sensación de estar atrapados en una burbuja. Hawks sentía un extraño sentimiento de intimidad que le hizo olvidar la pequeña discusión que había tenido con Dabi. Le hizo un gesto con la mano a Dabi, tratando de decirle que no hiciera ningún ruido. No obstante, la oscuridad hacía imposible que pudiera ver su reacción. Era una sensación peculiar el estar cara a cara con alguien sin poder verlo. Estaba tan oscuro que Dabi se había convertido en una larga y oscura sombra. El rubio interpretó ese silencio como afirmativo.
Hawks volvió a pegar la oreja detrás de la puerta. A medida que los pasos de las heroínas se desvanecían en la distancia, la tensión iba diluyéndose como una neblina. Pasaron unos minutos antes de que finalmente se hiciera el silencio. Un suspiro de alivio brotó de sus labios. Estaban a salvo, aunque no sabía cuánto tiempo duraría esa paz.
— Parece que se han marchado. — suspiró Hawks un poco más tranquilo. Se sentía raro al escuchar su propia voz después de haber estado tanto tiempo en silencio.
El sonido de su voz rompió aquella burbuja silenciosa.
— Ya me he dado cuenta, pajarito. — le replicó con una voz áspera. Sus palabras fueron como un murmullo, como si hablara con desgana.
Hawks puso los ojos en blanco y se dio la vuelta. El repentino cambio de orientación hizo que se chocara directamente contra el pecho de Dabi.
— ¡Ay ...! — se quejó en voz baja mientras arrugaba la nariz por el golpe. — Oye, no te pongas detrás de mí. Siempre tan inoportuno.
Una suave carcajada escapó de la garganta de Dabi.
— Oh. — su sonrisa se volvió burlona. — Eres un pato patoso, ¿lo sabías? Deberías cambiarte tu apodo de héroe a Ducks. — dijo riéndose a carcajadas.
