➹ Oportunidad.

394 63 67
                                    

③④

—Ah... Oye, Innie, e-espera un momento.

Como si no hubiera escuchado nada, Jeongin siguió besando el cuello del mayor con esa misma intranquilidad mientras que con sus manos apretaba su cadera. Seungmin ya no sabía que hacer para detenerlo.

—Yang— susurró muy suavemente, posando su mano en la parte trasera de la cabeza del mencionado— ¡Yang!

—¿Tienes que gritar?— musitó, y apenas se separó del cuello del chico, aprovechó para abalanzarse hacia él y besarlo en los labios.

Aunque Seungmin estaba intentando pararlo hacia unos minutos, esto le había más que encantado y no fue muy difícil que accediera al contacto. Si pudiera sonreír mientras sus labios se movían sobre los del contrario, seguro que lo habría hecho. Lo único que lograron fue dar una vuelta, a lo que Seungmin se colocó sobre Jeongin y por fin se detuvo.

—Ahora es imposible hablar contigo, ¿ah?— renegó Seungmin en tono burlesco.

—No quiero que hablemos, Kim. ¿No ves que estamos en otra cosa?

—Uy, ¿qué otra cosa?— alcanzó a soltar una risita.

—Creí que habías dicho que sí quieres hacer el amor conmigo, no entiendo por qué te detienes ahora.

—¡Porque quiero hablarte sobre algo importante!

—A la mierda eso, Seungmin.— colocó una mano sobre la mejilla del castaño, intentando empujarlo hacia él para que se juntaran de nuevo— Sabes que podemos hablar después, ahora quiero pasar un buen rato contigo.

—Es que la presentación-

—Que le den a la presentación— dijo por último antes de lograr que el chico se acercara de nuevo, sometiéndolo en aquella misma acción. El mismo roce, una y otra vez. Parecía que no se cansarían de lo de siempre.

—Bien, tú ganas— soltó Seungmin, dejándose llevar por completo.

El tiempo parecía esfumarse cada que lo tenía cerca, y mucho más cuando estaba haciendo contacto con él. Jeongin terminó de deshacerse de la ropa restante el otro, para luego quitarse la suya. No era ni la segunda vez que hacían aquello, por lo que se notaban menos avergonzados.

—Es mi turno, ¿no?

—Turno... ¿Turno de qué?— preguntó Seungmin, confundido en serio.

—De hacerlo yo, ¿cómo de qué más?

—¡Wow! ¿Ahora nos turnamos para penetrar al otro?— soltó una risa burlona.

—Ya va tocando— dijo, acariciando con su mano gran parte de la piel ajena— ¿O qué? ¿Tienes miedo de que te lastime?

—Para ser sincero, fui muy cuidadoso contigo como para que quieras lastimarme ahora.— sonrió, confiado.

—¿Sabes? Tienes razón.

Jeongin se inclinó, besándolo en la boca de nuevo y comenzando una lucha. Además de mover los labios, Seungmin se intentaba mover de un lado a otro, cosa verdaderamente confusa. Jeongin intentaba actuar, pero Seungmin no lo dejaba al estar tan inquieto.

—Ah- ¿Qué? ¿Quieres cambiar de posición?— preguntó el menor.

—Es cualquier posición me veo malditamente sumiso— expresó como si estuviera alterado, aunque su sonrisa fuera notoria.

—¡Eso sentí yo! Deja de quejarte, tonto.

—Ajá, pero tú bien sabías que te gustaba cuando te lo ha-

—¡Shh!— bajó de nuevo, distrayendolo con un beso en el cuello, mientras a la vez movía su cadera de adelante hacia atrás, rozándose constantemente con el contrario, quien soltó un jadeo.

Aunque fuera diferente, no se sentía incómodo en lo absoluto.

~

—Tú ganas...— Jeongin susurró, sentándose a su lado— Conste que yo no quería, pero lo haré por tí. La idea de hacer el ridículo me da mucho miedo, por eso necesito practicar bastante.

—Piensa en que no harás el ridículo. Eres maravilloso, y además, tocas increíble. Ahora practicamos más.

—¿Ahora? Son las dos de la mañana, Kim.

—Vaya.— se veía un poco sorprendido— Se nos fue el tiempo, ¿eh?... No pasa nada, en la tarde puedes venir otra vez.

—Bien— dijo Jeongin, mirando al chico que también sostenía el contacto visual— Oye, Kim, quería contarte algo.

—Dime.

—Es sobre la universidad. Hablé con mis padres, y creo que están dispuestos a inscribirme en otra.

—¿Qué?— preguntó un poco angustiado de un segundo a otro— Oh, Innie... Que noticia.

—Tranquilo, aún no. Tengo que hacer la prueba para ver si me admiten.— mostró una pequeña sonrisa— Es bueno, creo yo. No me molestarán tanto como lo hacen aquí.

Seungmin mostró una sonrisa y se inclinó un poco hacia el menor con una sonrisa, dándole un beso en la mejilla.— Me alegro por tí, en verdad.

—Sí, pero... ¿No te gustaría hacer la prueba conmigo?— susurró esto último, parecía apenado de siquiera preguntar.

—¿En serio?

Jeongin asintió.— No sé si me sienta así de bien sin tí.

—Pero es tu futuro, Yang. No deberías preocuparte por eso.— se quedó unos segundos en silencio, al parecer, pensativo, hasta que habló de nuevo.— ¿Sabes? Sí, la haré contigo. Probablemente muera de tristeza si tú no estás.

El peliblanco mostró una sonrisa aún más amplia, para luego acercarse al contrario, colocándose de pie. Lo rodeó con sus brazos, apretando ligeramente.

—Eso es muy, muy bueno, Seungmin. Gracias.

—Te amo, Innie. ¿Qué no haría por tí?

—Que lindo eres— dijo, separándose.

—Aunque, no me has dicho qué universidad.

Jeongin miró hacia arriba, intentando recordar lo que le habían dicho sus padres.— No me acuerdo bien del nombre, sólo sé que es una universidad importante, y no cualquiera entra. No es que piense que soy muy inteligente, pero puedo intentar una vez.

—Que buen pensamiento, mi Innie.— tomó una de sus mejillas con su mano, moviendo de un lado a otro con suavidad.— Yo soy menos inteligente.

—Pero tienes mucho dinero, Kim— soltó, muy seguro de lo que decía.

—Mis padres, no yo.

—Como sea, ¡diles que paguen para que vayas conmigo! Por si la prueba no da resultado, ¿sabes?

Seungmin no parecía muy convencido de lo que escuchaba.— No siempre el dinero soluciona, Yang.

—El dinero siempre soluciona, Seungmin... Por favor, por favor. Haz el intento.

—Está bien, no te preocupes por eso. Estaremos juntos, sea donde sea. Confía en mí.

—Por supuesto...

Lovers Rock | SEUNGINWhere stories live. Discover now